Ankara afirma que el ataque fue contra el PKK, pero las autoridades locales aseguran que los muertos eran civiles y los kurdos hablan de "crimen contra la Humanidad"
DIYARBAKIR (TURQUÍA), 29 Dic. (Reuters/EP) -
Siete personas han sido detenidas y un agente ha resultado herido como consecuencia de los enfrentamientos registrados este jueves entre manifestantes y policías en la ciudad de Diyarbakir, la más importante del sureste de Turquía, durante las protestas por la muerte de al menos 35 kurdos en un controvertido ataque aéreo del Ejército turco en la frontera entre Irak y Turquía.
La Policía respondió con cañones de agua y gases lacrimógenos a cientos de personas que habían empezado a tirar piedras a los agentes. Un policía resultó herido de una pedrada y los agentes detuvieron a siete manifestantes.
El Ejército turco ha asegurado este jueves que el objetivo del ataque aéreo efectuado esta pasada noche en la frontera entre Irak y Turquía era un grupo de milicianos del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) que intentaban entrar en el país para atentar contra las fuerzas de seguridad.
No obstante, las autoridades locales han denunciado que las 35 personas fallecidas en el ataque eran civiles dedicados al contrabando y el principal grupo nacionalista legal kurdo, el Partido por la Paz y la Democracia (BDP), ha calificado el hecho de "crimen contra la Humanidad".
LAS VERSIONES
En un comunicado, el Estado Mayor del Ejército indicó en su página de Internet que la aviación no tripulada había detectado a un grupo de combatientes del PKK que, según un 'chivatazo' recibido poco antes, planeaban un ataque contra las fuerzas de seguridad turcas en el sureste del país.
Asimismo, aseguró que no había asentamientos civiles en la zona bombardeada, Sinat-Haftanin. El ataque, precisó, se produjo entre las 21:37 y las 22:24 horas (una hora menos en España) del miércoles.
No obstante, fuentes oficiales locales y de la oposición nacionalista kurda han asegurado que los muertos en el bombadeo eran civiles dedicados al contrabando. "Tenemos 30 cadáveres, todos de ellos quemados. El Estado sabía perfectamente que estas personas estaban llevando a cabo operaciones de contrabando en la región, lo que ha ocurrido es inaceptable", declaró Fehmi Yaman, alcalde de la localidad de Uludere, en la provincia de Sirnak.
La oficina del gobernador de la provincia de Sirnak ha informado de 35 muertos y un herido a causa del bombardeo, ocurrido cerca de Uludere, y el propio gobernador, Vahdettin Ozkan, ha anunciado a la agencia estatal de noticias Anatolia el envío de fiscales y fuerzas de seguridad a la región con la misión de llevar a cabo una "investigación completa".
Por su parte, la principal formación nacionalista turca legal, Partido por la Paz y la Democracia (BDP), ha asegurado en un comunicado que en el ataque murieron al menos 35 personas y que los líderes del partido se han dirigido a la zona.
El máximo dirigente del BDP, Selahattin Demirtas, ha informado de que el partido ha declarado tres días de luto y ha denunciado ante los medios turcos que "se ha tratado claramente de una masacre". "Van a intentar encubrirla, pero nosotros no se lo permitiremos", agregó Demirtas, que anunció una manifestación en Estambul y en otros puntos de Turquía para protestar contra estas muertes.
Por su parte, la vicepresidenta del partido, Gultan Kisanak, declaró en rueda de prensa en Diyarbakir que "la aviación de combate del país ha bombardeado a un grupo de cincuenta de sus ciudadanos y los ha destruido". "Esto es un crimen de guerra y un crimen contra la Humanidad", aseveró.
El contrabando es una importante fuente de ingresos en las provincias fronterizas con Irak, en las que muchos habitantes participan en el comercio ilegal de combustible, cigarros u otros productos procedentes de las aldeas fronterizas iraquíes.
Aparte, el Ejército turco ha efectado numerosas operaciones en la región contra los milicianos del PKK, un grupo calificado de terrorista por Ankara y que ha lanzado numerosos ataques desde sus bases en el Kurdistán iraquí.
