LISBOA, 25 May. (de la corresponsal de EUROPA PRESS, Patricia Ferro) -
El Consejo de Europa condenó a Portugal por violar el derecho de los niños después de que el Supremo Tribunal de Justicia luso considerase "lícitos" y "aceptables" algunos castigos corporales impartidos a jóvenes con deficiencias en un centro en la localidad de Setúbal, a unos 50 kilómetros al sur de Lisboa.
El Comité Europeo de los Derechos Sociales del Consejo de Europa concluyó, por unanimidad, que Portugal violó el artículo 17 de la Carta Social Europea, que consagra el derecho de los niños a la protección social, legal y económica.
Dicho organismo considera que las cláusulas de la legislación portuguesa sobre esa materia no son lo suficientemente "claras, obligatorias y precisas" para evitar que los tribunales se nieguen a aplicarlas. El comité recomienda que se tomen todas las medidas necesarias para que esa violencia sea "efectivamente eliminada".
Además, el comité considera que "el Gobierno portugués no facilitó informaciones que permitan concluir que las medidas en vigor son suficientes para erradicar todas las formas de violencia contra los niños", dice la nota.
El Supremo Tribunal de Justicia portugués consideró en abril de 2006 que los castigos físicos impartidos por la responsable de un centro para niños deficientes en Setúbal, bofetadas y azotes, eran "lícitos" y "aceptables", por lo que no fue condenada.
La Organización Mundial Contra la Tortura (OMCT) fue quién denunció ante el Consejo de Europa este hecho, por considerar que la interpretación de la ley realizada por el Supremo luso "tolera los castigos corporales".
En su defensa el Gobierno portugués argumentó que su Código Penal prohíbe explícitamente la violencia contra cualquier persona y que no hay ninguna cláusula en la ley que autorice la "violación de la integridad física de los niños" o aplicación de castigos corporales.
Además, indicó que el Código Penal se está revisando y que en esa alteración se contemplará, en dos artículos, la penalización de los malos tratos físicos y psicológicos, incluyendo castigos corporales "intensos y repetidos".
La OMTC se mostró satisfecha con la decisión del Consejo de Europa, ya que en 2003 dicho organismo había absuelto a Portugal en un caso similar presentado por la misma organización. "Deseamos que a partir de ahora Portugal cumpla sus obligaciones a la luz de la Carta Social Europea, prohibiendo explicita y efectivamente todos los castigos corporales a niños", afirmó Cecile Trochu Grasso, de la OMTC.
