Portugal.- Sócrates afronta la tarea de cerrar heridas tras la derrota socialista en las presidenciales

Actualizado: martes, 24 enero 2006 18:56

El primer ministro habría anunciado apoyo total de los socialistas a Alegre si éste hubiera logrado pasar a segunda vuelta LISBOA, 24 Ene. (de la corresponsal de EUROPA PRESS, Patricia Ferro) -

La histórica victoria de los conservadores en las elecciones presidenciales del domingo en Portugal dejó en evidencia la división de la izquierda y en especial la de la familia socialista. Ahora, tras la resaca electoral, las aguas vuelven a su cauce y se inicia el proceso para cerrar y cicatrizar las heridas, una tarea en la que será crucial el papel del primer ministro y secretario general del PS, José Sócrates.

A su favor, los socialistas tienen tres años y medio sin elecciones, lo que facilitará la reconciliación. En contra, el peso del millón de votos que sumó el diputado Manuel Alegre como candidato independiente, muy por encima del resultado obtenido por el candidato del partido Mario Soares.

Las dos candidaturas socialistas a las presidenciales, una con el apoyo del partido y la otra no, dejó claro que la unidad no reinaba en el seno del partido. Sin embargo la situación se agravó con el buen resultado obtenido por el poeta Manuel Alegre, 20,7% de los votos frente al 14,3% del histórico e influyente Mario Soares.

El papel del secretario general de los socialistas, José Sócrates, será fundamental para salir de esta situación sin grandes bajas. En la noche electoral el primer ministro tendió la mano a Alegre asegurando que en la familia socialista se respetan todas las opciones por lo que "no habrá en el interior del partido ningún ajuste de cuentas". "Contamos con todos los que compartan nuestro proyecto de renovación y futuro", dijo Sócrates.

Pero Sócrates cometió un error, 'pisar' con sus declaraciones la primera intervención televisada de Alegre tras conocerse los resultados electorales. Aunque el primer ministro aseguró que fue una coincidencia y se mostró indignado porque nadie le avisó de que estaba hablando Alegre, fueron muchos los simpatizantes de Alegre que se sintieron ofendidos.

Sin embargo, el secretario general quiere apaciguar los ánimos e instaurar un clima de tranquilidad interna y ha dado indicaciones claras de que no quiere que haya "ningún tipo de represalias o resentimiento hacia Manuel Alegre" . Además, ha descartado la posibilidad de retirarle a Alegre el cargo de vicepresidente del Parlamento, como proponían algunos dirigentes, ya que esa idea "solamente contribuiría a profundizar la división y se traduciría en expresiones de victimismo", asegura el diario 'Público' que cita fuentes internas del partido.

El citado rotativo afirma que en la noche electoral Sócrates tenía preparados dos discursos, uno en caso de que Cavaco ganase en primera vuelta, que fue lo que ocurrió, y otro en caso de que Alegre disputase con el candidato de centro-derecha una segunda vuelta. En ese caso Sócrates iba a anunciar "el apoyo incondicional" del Partido al diputado socialista.

UN MOVIMIENTO DE CIUDADANÍA

Aunque en un primer momento se oyeron voces que pensaban que Alegre crearía un nuevo partido, esa idea ya fue rechazada por la responsable de la campaña del diputado. "Eso está fuera de cuestión", dijo porque aunque "no nos identificamos con el secretario general, el partido es algo más que su secretario general", afirmó Ana Sara Brito, también dirigente nacional del PS. Pero la pregunta que muchos se hacen ahora es qué hacer con ese millón de votos.

La respuesta fue dada por Alegre en la misma noche electoral al manifestar que el apoyo recibido a sus ideas debe ser canalizado para "la renovación política" y se mostró disponible para participar "en nuevos combates y nuevas causas", aunque no avanzó muchos detalles sobre los pasos que dará a continuación.

Ahora sus incondicionales defienden la creación de un movimiento cívico que se llamaría "Movimiento de ciudadanía" y esperan que Alegre sea su portavoz, aunque éste aún no se ha pronunciado. El objetivo es "no defraudar la esperanza depositada" en la candidatura del poeta, explicó Brito. Uno de los primeros "combates" de ese movimiento sería la despenalización del aborto.

Pero a pesar de la delicada situación, los socialistas tienen a su favor el tiempo, ya que hasta dentro de tres años y medio no habrá elecciones en Portugal, tiempo suficiente para templar los ánimos en el seno del partido, que no es la primera vez que vive un enfrentamiento entre Sócrates y Alegre. Ambos disputaron las últimas elecciones internas a la secretaría general del partido, que ganó el actual primer ministro, y después volvieron a reconciliarse.