LISBOA, 30 Jul. (de la corresponsal de EUROPA PRESS, Patricia Ferro) -
La aerolínea portuguesa TAP registró en el primer semestre del año unas pérdidas de 30 millones de euros, lo que supone una mejoría del 41% respecto a los primeros seis meses del año anterior en los que registró pérdidas de 52 millones de euros, anunció hoy la compañía en comunicado.
A pesar de los resultados negativos, la dirección de la compañía considera que podrá alcanzar los objetivos financieros para este año definidos por el Gobierno, que pasan por obtener un resultado líquido positivo de 37,9 millones de euros, en gran parte gracias a la actividad del verano. La compañía aérea recuerda que "tradicionalmente" el segundo semestre es mejor que el primero.
Sin embargo, la aerolínea presidida por Fernando Pinto reconoce que "es un gran desafío" lograr esos objetivos, teniendo en cuenta el retraso de siete meses en la decisión de la Autoridad de la Competencia sobre la compra de Portugalia Airlines (PGA). La integración total de esta compañía sólo se producirá a finales de septiembre.
A través de esta operación, por la que pagó al grupo Banco Espírito Santo 144 millones de euros, TAP espera que la optimización de los aviones y las rutas le permita alcanzar los 64 millones de euros de beneficios estipulados por el Gobierno para 2008.
Los beneficios operacionales de TAP en los primeros seis meses fueron de 806 millones de euros, un 11,4% más que los 723,7 millones de euros registrados en el mismo periodo del año anterior. Los costes de explotación crecieron un 7,9% y la actividad de la empresa aumentó un 13,8%.
Los ingresos de pasajes alcanzaron los 657 millones de euros, un 14,5% más que en 2006 y los resultados operacionales mejoraron pasando de 34 millones de euros negativos en el primer semestre de 2006 hasta 15 millones negativos en 2007.
Por otro lado, la Comisión de Trabajadores de TAP consideró hoy que la recuperación financiera de la compañía estatal va a sufrir "un nuevo revés" con la compra de Portugalia, que se traducirá en un "agravamiento" de la deuda de la aerolínea.
En comunicado, los trabajadores dicen que "todavía hoy no entienden las ventajas de la compra de Portugalia para TAP" debido "al elevado pasivo" y a la "situación de prequiebra" de PGA, así como "del notorio envejecimiento de la flota de la nueva compañía y la urgente necesidad de renovación".
Además, critica el despido colectivo de más de 200 trabajadores de Portugalia y considera que habría sido "más útil" utilizar las "sinergias y beneficios con la integración de PGA en el grupo TAP, diluyendo en pocos años, los contratos y ahorrando así en indemnizaciones y procesos judiciales con costes impredecibles".
