NUEVA YORK, 5 Ene. (Reuters/EP) -
La embajadora de Estados Unidos en Naciones Unidas, Samantha Power, ha advertido de que, si el futuro Gobierno de Donald Trump reduce el papel de liderazgo del país norteamericano en la ONU, supondrá un perjuicio para ambas partes.
"Otros países nos seguirán si seguimos liderando, pero sin nuestro liderazgo el vacío en la escena internacional será muy dañino para los intereses estadounidenses", ha escrito Power en la memoria que ha elaborado con motivo de su inminente salida del cargo.
Power ha señalado a Rusia como uno de los principales peligros en este sentido. "Mientras siga amenazando a nuestros aliados e interfiriendo en los sistemas políticos en Europa y más allá, necesitaremos expresar nuestra condena en el foro de la ONU", ha señalado.
También ha mencionado el acuerdo nuclear alcanzado por el Grupo 5+1 --formado por Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania, Rusia y China-- e Irán, indicando que Washington debe velar por que el programa atómico de la nación persa "siga siendo exclusivamente pacífico".
Asimismo, ha señalado a las ambiciones nucleares de Corea del Norte, a las guerras en Siria, Libia y Sudán del Sur, a la crisis de refugiados y al cambio climático como otros desafíos a los que Estados Unidos deberá hacer frente desde la organización internacional.
"Trabajar con la ONU para abordar estos retos no es una prueba de fuego sobre quién cumple y quién no cumple las normas internacionales, es simplemente una necesidad estratégica", ha sostenido Power, en un informe de 13 páginas.
Power será sustituida a partir del 20 de enero, cuando el Gobierno Trump comenzará su andadura, por la gobernadora de Carolina del Sur, Nikki Haley, una vez que consiga la confirmación de los senadores estadounidenses.
Trump ha definido recientemente a Naciones Unidas como un "club" que, a pesar de su "enorme potencial", solo sirve para que la élite política de la comunidad internacional "pase un buen rato", en una crítica propiciada por la reciente resolución sobre los asentamientos israelíes.
El pasado 23 de diciembre el Consejo de Seguridad aprobó una resolución que busca el fin de los asentamientos israelíes en territorio palestino, gracias a la abstención de Estados Unidos, que dio así un giro radical a su política tradicional de apoyo a Israel.
Entonces, Trump prometió que "las cosas cambiarán" en la ONU a partir del 20 de enero, cuando llegará a la Casa Blanca. Legisladores republicanos han amenazado incluso con cortar la financiación de Estados Unidos a Naciones Unidas, que supone un 22 por ciento del total.
Interrogado sobre estas declaraciones en una entrevista realizada por Snapchat el martes, el nuevo secretario general, de Naciones Unidas, Antonio Guterres, contestó: "el presidente Trump también dijo que la ONU tiene un enorme potencial y eso es lo que creo. Mi trabajo es asegurarme de que ese potencial se hace realidad".
Trump y Guterres mantuvieron el miércoles una "positiva" conversación telefónica sobre las relaciones entre Estados Unidos y la organización internacional, en la que el jefe de la ONU expresó su deseo de profundizarlas en esta nueva etapa.
