El presidente del M23 acusa a Kabila de violar la Constitución

MADRID, 14 Feb. (EUROPA PRESS) -

El presidente del grupo rebelde M23, Jean Marie Runinga, ha descrito este miércoles los presuntos vínculos de su formación con el Gobierno ruandés de "intoxicación" y ha acusado al presidente de República Democrática del Congo (RDC), Joseph Kabila, de violar la Constitución.

En una entrevista concedida a la emisora Radio France International, Runingaha indicado que "el Gobierno congoleño tiene drogas que inocula a la comunidad internacional", antes de resaltar que las informaciones sobre su relación con Ruanda son "una manipulación".

"La primera (de esas drogas) es la balcanización, la segunda la agresión. Para mi, es una vergüenza que un país con más de 2,4 millones de kilómetros cuadrados se pase el día llorando porque unos soldados ruandeses entraron en el territorio", ha argumentado.

"Kabila debería tener un Ejército que asegure la integridad territorial. La comunidad internacional debe pedirle cuentas. Le han dejado un país unido, dinero y militares, y (Kabila) es incapaz de tener un Ejército que asegure la integridad territorial", ha puntualizado.

Runinga ha apuntado que ésta no es la única "mentira" vertida por el Gobierno congoleño respecto a su formación. "Kinsasha destila mensajes diciendo que somos un grupo de bandidos (...) pero somos gente responsable".

"Francia, Estados Unidos, Bélgica y Reino Unido no son nuestros enemigos. Son estados que han ayudado a nuestro país. No somos una fuerza negativa, estamos en negociaciones con el Gobierno en Kinsasha en presencia de observadores internacionales que no aceptarían estar en la misma sala que una fuerza negativa", ha argüido.

En este sentido, ha dicho que el hecho de que Naciones Unidas califique al M23 como una fuerza negativa se debe "a las informaciones recibidas de parte de expertos que han sido manipulados por el Gobierno".

VIOLACIONES DE LA CONSTITUCIÓN

Por otra parte, ha acusado a Kabila de haber violado la Constitución, al tiempo que ha señalado que son estas situaciones las que han motivado a su movimiento a actuar.

"La Constitución dice que debe haber 26 provincias, pero hay once. La Constitución dice que el 40 por ciento de los ingresos se ha de destinar al desarrollo de las provincias, pero va todo a Kinsasha, lo que es inaceptable", ha dicho.

"La Constitución prevé que el Tribunal Supremo esté dividido en tres --Consejo de Estado, Tribunal de Casación y Tribunal Constitucional--, pero nada ha cambiado", ha manifestado Runinga. Asimismo, ha recordado que "hay diputados provinciales y senadores que llevan ocho años en el cargo sin elecciones, cuando el máximo es cinco".

"Otro problema son las elecciones de 2011. La comunidad internacional, con la Unión Europea (UE), el Centro Carter, y los congoleños reconocieron que Kabila no había ganado los comicios. Está ahí por la fuerza de los hechos. ¿Se ha de continuar así con un presidente que no ha sido elegido por el consenso de la población?", se ha preguntado.

En este sentido, ha dicho que las condiciones de vida de la población "han alcanzado un nivel inaceptable" y que RDC es "un país de alto riesgo". "Garantizamos que si llegamos al poder garantizaremos la seguridad jurídica de las inversiones", ha subrayado.

PROCESO DE DIÁLOGO

Respecto al proceso de diálogo con el Gobierno, Runinga ha destacado la importancia del primer punto que se ha tratado en los encuentros, el respeto al acuerdo de 2009 con el Congreso Nacional para la Defensa del Pueblo (CNDP), del que ha dicho que es "la base de la guerra de hoy en día".

"Sin embargo, creemos que los otros puntos son también muy importantes, ya que el no respeto a los acuerdos, como la guerra, son la consecuencia de la mala gobernanza", ha agregado.

"Pensamos que hace falta hablar de gobernanza, que es el verdadero problema que sufre RDC, así como tener un liderazgo visionario y responsable", ha valorado el líder del M23.

Asimismo, ha destacado que el proceso de diálogo permite al grupo rebelde "hacer conocer a los congoleños y a la comunidad internacional los motivos de nuestra lucha". "No tenemos un proceso de balcanización ni se trata de una agresión extranjera. Existen problemas graves que han de ser tratados", ha alegado Runinga.

Por ello, ha resaltado que quiere "dar una oportunidad al diálogo". "No soy extremista. Si pensamos que el diálogo puede mejorar la gobernanza, el problema no es Kabila como individuo, si no el sistema", ha manifestado.

"No ataco a los individuos, ataco al sistema. Si se dan las condiciones y hay un Gobierno que pueda atacar los problemas de fondo --corrupción, violaciones masivas de los Derechos Humanos, la cuestión espinosa del regreso de los refugiados--, todo el mundo podría aceptar unirse y trabajar por una nueva RDC", ha valorado.

PAPEL DE BOSCO NTAGANDA

Por otra parte, Runinga ha recordado que el creador del M23, Bosco Ntaganda, "es un general de las Fuerzas Armadas", al tiempo que ha dicho que "es el Gobierno el que le dio ese cargo y es Kabila quien no quiso arrestarle cuando estaba buscado por la comunidad internacional".

"A día de hoy, creo que hace falta solicitar a Kabila que diga dónde esconde a Ntaganda", ha agregado. Así, ha negado que el general renegado esté con el M23, al tiempo que ha asegurado que la formación "está dirigida por el general Sultani Makenga".

El Tribunal Penal Internacional (TPI) ha emitido una orden internacional de arresto contra el militar renegado por crímenes de guerra cometidos durante el conflicto de 1998-2003.

FUERZA INTERNACIONAL

Por último, Runinga ha descartado la posibilidad de que la Comunidad de Desarrollo de África Austral (SADC) envíe una fuerza militar al país y ha puntualizado que "los jefes de Estado de la región debería presionar para que el diálogo tenga lugar".

"Ya hay 17.000 hombres de la Misión de las Naciones Unidas en la República Democrática del Congo (MONUSCO), están las Fuerzas Armadas de RDC, las fuerzas negativas de las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FLDR), y otros grupos Mayi Mayi que ayudan al Ejército", ha argumentado.

"El M23 no es el problema. Nosotros no somos Malí. En Malí había grupos terroristas y Francia hizo bien en intervenir. Por contra, nosotros somos un movimiento de liberación. Luchamos por problemas puramente congoleños", ha remachado.