El presidente de Sudán asegura que no permitirá que se produzca una nueva "Primavera Árabe" en su país

Manifestación contra el presidente Omar Hasán al Bashir en Jartum
REUTERS / MOHAMED NURELDIN ABDALLAH
Publicado: lunes, 28 enero 2019 6:54

EL CAIRO, 28 Ene. (Reuters/EP) -

El presidente de Sudán, Omar Al Bashir, ha asegurado este domingo durante una visita a Egipto que los manifestantes que han llenado las calles de su país en los últimos días están intentando imitar la denominada como Primavera Árabe que sacudió Oriente Próximo durante 2011, algo que no permitirá.

Bashir tiene que hacer frente a uno de los desafíos más complicados desde que accedió a la presidencia tras un golpe de Estado en 1989. Miles de manifestantes se han concentrado en los últimos días exigiendo el fin de su mandato.

El viaje oficial de Bashir a Egipto es su segunda visita oficial desde que comenzaron las protestas el pasado 19 de diciembre. También ha visitado Qatar.

Durante un discurso junto a su homólogo egipcio, Abdul Fatá Al Sisi, Bashir ha culpado a las que ha denominado como "organizaciones dañinas" por el descontento y los disturbios, ya que ha asegurado que forman parte de un complot para desestabilizar a la región.

"No alegamos que no haya un problema, pero no es del tamaño o de las dimensiones que algunos de los medios de comunicación representan", ha afirmado.

"Esto es un intento de copiar la Primavera Árabe en Sudán, son los mismos eslóganes y demandas, así como un uso extraordinario de las redes sociales", ha añadido.

Citando lo que ha denominado como una "agitación peligrosa" que ya tuvieron que sufrir los países árabes afectados por la oleada de protestas que sacudió la región en 2011, el presidente sudanés ha añadido que "el pueblo de Sudán está alerta y no permitirá ningún tipo de intrusión o intento de desestabilizar la seguridad en nuestro país".

En Jartum, las autoridades han intentado dispersar a un amplio número de manifestantes que han protagonizado sentadas en varias de las plazas públicas de la ciudad, en un llamamiento a la convocatoria de más protestas.

Las fuerzas de seguridad han lanzado botes de gas lacrimógeno a cuatro de las sentadas, ante lo que los manifestantes han tenido que huir. Algunos de ellos han construido barricadas en las cales adyacentes a las plazas y han terminado lanzando piedras contra los policías.

Uno de los eslóganes utilizados por los manifestantes -- "El pueblo quiere que el régimen caiga"-- se volvió mundialmente famoso por las revueltas en Túnez, Egipto y otros países árabes.

Según el Gobierno sudanés, al menos 30 personas han muerto en los disturbios, mientras que la oposición local y varios grupos de defensa de los Derechos Humanos han asegurado que la cifra de muertos es de al menos 45 personas.

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