El primer ministro sueco nombra como 'su número dos' a la ecologista Isabella Lovin

ESTOCOLMO, 25 May. (Reuters/EP) -

El primer ministro sueco, Stefan Lofven, ha nombrado viceprimera ministra a la secretaria general del Partido Verde, Isabella Lovin, como parte de los cambios internos llevados a cabo por el Gobierno en coalición para paliar los efectos de los escándalos políticos que han afectado a su credibilidad.

Los votantes han perdido confianza en el Gobierno debido a la lenta respuesta dada por la coalición, formada por el Partido Verde, los socialdemócratas y el Partido de la Izquierda, en relación con la crisis de refugiados, que se suma a la serie de fracasos políticos de los ecologistas, cuya popularidad ha descendido notablemente en las encuestas.

"Estos cambios permiten que podamos abordar con energía renovada las cuestiones más importantes, como el trabajo, la educación, el medio ambiente y la vivienda", ha destacado Lofven. "Vamos a desarrollar el modelo sueco, no a desmantelarlo", ha añadido.

Los cambios en el Gobierno se han producido después de que la ex viceprimera ministra, Asa Romson, dimitiera como secretaria general del Partido Verde, que trata ahora de frenar la venta de las minas de lignito de la empresa estatal sueca Vattenfall en Alemania a la empresa checa EPH. Lovin, por su parte, tendrá que demostrar que el partido puede poner en marcha el programa político a pesar de sus fracasos anteriores.

Lofven también ha nombrado ministro de Fomento al ex secretario general del Partido Verde Peter Eriksson. Suecia ha construido muy pocas casas en las últimas décadas a pesar del aumento de la población y la llegada de unos 160.000 refugiados, por lo que es necesario llevar a cabo ciertas medidas en el sector inmobiliario. Los bajos intereses y las desgravaciones fiscales han contribuido a provocar lo que muchos consideran una burbuja inmobiliaria.

Los resultados de encuestas realizadas recientemente muestran que, de celebrarse en estos momentos las elecciones, el Partido Verde no superaría la barrera del 4 por ciento que le permitiría tener escaños en el Parlamento. Los socialdemócratas, con un apoyo del 27 por ciento, se quedarían por debajo del 31 por ciento que obtuvieron en los comicios celebrados en 2014.

La coalición, apoyada por el Partido de la Izquierda, obtuvo un apoyo del 38,6 por ciento en la última encuesta realizada por Novus para la radio sueca. La oposición, formada por otros cuatro partidos, tenía una popularidad del 41,6 por ciento.