CHENGDU (CHINA), 15 (EUROPA PRESS/Débora Altit)
Los pueblos que rodean a la capital de la provincia de Sichuán, Chendgu, se sienten abandonados por las autoridades y han denunciado que los servicios de rescate se están centrando en las grandes localidades y se están desentendiendo de las poblaciones que rodean las carreteras.
Sichuán fue devastada el pasado lunes por un terremoto de 7,8 grados en la escala de Richter que ha causado, según el último balance, más de 19.500 muertos sólo en esta provincia, que unidos a los cientos de víctimas registradas en las de los alrededores elevan a más de 20.000 el número de fallecidos. Aparte, se calcula que al menos 25.000 personas siguen atrapadas cuando ya han pasado más de tres días de la catástrofe.
La población de estas aldeas se siente impotente y, entre ataques de histeria, acude a los periodistas extranjeros para desahogarse. Es el caso de los vecinos de la localidad de Xiu Shui, que retuvieron a los reporteros durante dos horas para que escucharan sus quejas.
Los residentes de esta localidad, de alrededor de 60.000 habitantes y en la que se han registrado al menos mil muertos, aseguraron hoy que el alcalde ha huido y que no se atreven a entrar en sus casas por temor a que se hundan. Uno de los habitantes mostró su casa a los periodistas, en la que, aseguró, sigue habiendo tres personas atrapadas sin que "nadie" las haya rescatado.
El hospital de Xiu Shui se ha hundido y se ha habilitado el comedor de un colegio para atender a los heridos en unas condiciones penosas. Algunos médicos de la localidad aseguraron hoy que los más graves han sido trasladados a Chengdu e indicaron que, aunque disponen de medicinas, no son suficientes para atender a las necesidades.