BRUSELAS, 5 Oct. (EUROPA PRESS) -
El secretario general aliado, Anders Fogh Rasmussen, ha asegurado que el fin de la operación militar en Libia está "cerca" y que los ministros de Defensa aliados han acordado que la Alianza debe estar preparada para apoyar la reforma del sector de seguridad en el país africano "si se le solicita" dada su "experiencia" en éste ámbito. Por otra parte, ha rechazado, una vez más, la posibilidad de que los aliados intervengan en Siria.
"La terminación de la misión no depende del coronel (Muamar) Gadafi. No es un objetivo de nuestra operación. El hecho decisivo será la protección de la población civil. Cuando tomemos la decisión de poner fin a la operación, evaluaremos cuidadosamente la situación de seguridad y especialmente las capacidades del Consejo Nacional de Transición para proteger a la población civil eficazmente", ha explicado Rasmussen en rueda de prensa tras la primera sesión de trabajo de la reunión de ministros de Defensa aliados.
El secretario general ha dejado claro que la OTAN coordinará su decisión de poner fin a la misión tanto con la ONU como con las nuevas autoridades libias y ha avanzado que este jueves analizarán con sus socios de la región que como Qatar, Emiratos Árabes Unidos y Jordania contribuyen con medios a la operación "las perspectivas de terminar la misión".
"La clave será la protección de los civiles. Cuando no existan amenazas contra la población civil habrá llegado el momento de poner fin a la misión", ha precisado, insistiendo sin embargo en que los aliados y socios mantendrán la operación "el tiempo que sea necesario".
"Estamos cerca de completar la misión. Mañana cuando nos reunamos con nuestros socios analizaremos las perspectivas para ponerle fin", ha explicado. "Acordamos que la OTAN debe estar preparada para apoyar la reforma del sector de seguridad si piden nuestro apoyo", ha agregado.
Los aliados se han mostrado de acuerdo en que la operación en Libia ha sido "un gran éxito" porque "ha marcado la diferencia entre la vida y la muerte" para muchos ciudadanos libios amenazados por el régimen de Gadafi pero ha insistido en la necesidad de extraer las lecciones de la misma.
"No podemos ser complacientes. La operación demostró que nos faltan capacidades críticas, especialmente en Europa", ha recordado, insistiendo en que el éxito de la misión ha dependido de capacidades aportadas únicamente por Estados Unidos como aviones no tripulado Predator y sistemas de inteligencia, reconocimiento y vigilancia y de reabastecimiento en vuelo pese a que los europeos y Canadá suministraron el grueso de los medios. "Si queremos responder a los desafíos de mañana, más aliados deben adquirir y mantener este tipo de capacidades críticas. Uno no es suficiente", ha insistido.
Rasmussen también se ha mostrado partidario de "revitalizar y imprimir una nueva dinámica" en los acuerdos de partenariado entre la OTAN y los países del norte de África y Oriente Próximo, algo que quizá discutan los jefes de Estado y de Gobierno en Chicago.
El secretario general aliado ha reconocido, preguntado por la reciente desaparición de hasta 10.000 misiles del régimen de Gadafi en Libia, que "constituye un motivo de preocupación si las armas no están controladas y supervisadas correctamente", pero ha dejado claro que se trata de "una responsabilidad, en primer lugar, del Consejo Nacional de Transición".
"El Consejo de Seguridad de la ONU ha pedido a la nuevas autoridades en Libia tomar los pasos necesarios para garantizar que no haya una proliferación y diseminación de armas. La OTAN no ha recibido ninguna petición de asistencia en este sentido", ha aclarado.
PIDE A DAMASCO QUE ATIENDA LAS ASPIRACIONES DE SU PUEBLO
El secretario general aliado ha vuelto a descartar una posible intervención de la Alianza en Siria, aunque ha reclamado al régimen de Damasco que atienda "el deseo del pueblo sirio de libertad y democracia" y ha rechazado pronunciarse sobre el veto de Rusia y China en el Consejo de Seguridad de la ONU a respaldar una resolución promovida por varios países europeos y Estados Unidos para imponer sanciones a Siria en respuesta a la represión.
"La OTAN no tienen ninguna intención de intervenir en Siria. Condenamos firmemente la represión contra los manifestantes. Creo que la única manera de avanzar en Siria, como en otros países, es acomodar las demandas legítimas del pueblo sirio", ha explicado.
