MADRID, 27 Feb. (EUROPA PRESS) -
Más de un millar de personas han huido de sus hogares en los dos últimos días a causa de los enfrentamientos entre las tropas del Gobierno y las milicias del Frente de Resistencia Patriótica de Ituri (FRPI) en el distrito de Ituri, noreste de la República Democrática del Congo (RDC), según informaron las autoridades locales citadas hoy por la agencia humanitaria de noticias de la ONU, IRIN.
Los desplazados han llegado a Komanda, 70 kilómetros al sur de Bunia, capital de Ituri, huyendo de los enfrentamientos que estallaron el pasado 25 de febrero en la localidad de Hero, a unos cien kilómetros al sur de la ciudad.
La zona vive un clima particularmente convulso desde el pasado 16 de enero, cuando los combatientes del FRPI atacaron a los soldados del Ejército en Kamachi, a 75 kilómetros al sur de la capital local. Un portavoz del Ejército en Ituri aseguró que las tropas están llevando a cabo una operación contra el FRPI.
"Las milicias habían atacado a nuestra compañía de reconocimiento, que estaba de patrulla en Hero", explicó el capitán Charles Boyeka. "En el ataque perdimos a tres militares, incluido un capitán", prosiguió. "Murieron debido a que habían quedado solos ante el enemigo después de que otros recibieran la orden de retirarse porque eran superiores en número", lamentó. La gente empezó a huir de sus hogares cuando vio retirarse a los soldados, añadió.
Las milicias se replegaron posteriormente en el interior de la selva cuando el Ejército empezó a mandar refuerzos para combatirlos. Durante su repliegue quemaron un vehículo y "obligaron a toda la población que había regresado a Mandibe (85 kilómetros al sur de Bunia) a trasladarse a Komanda", explicó a IRIN un testigo anónimo.
El FRPI estuvo liderado por Germain Katanga, alias 'Simba', quien fue entregado al Tribunal Penal Internacional (TPI) el pasado mes de octubre para ser juzgado en La Haya por crímenes de guerra relacionados con atrocidades contra civiles en Ituri entre enero de 2002 y diciembre de 2003. En ese periodo murieron más de 8.000 personas y medio millón de civiles huyeron de sus casas.
