PARÍS 24 Abr. (EUROPA PRESS) -
Uno de los hospitales más importantes de la provincia de Kivu Sur (este de la República Democrática del Congo, RDC), el Hospital General de Panzi --en el que reciben cuidados 300 mujeres víctimas de la violencia sexual--, carece de agua potable desde hace tres meses, por lo que debe aprovisionarse en un río cercano, según informó la emisora de la Misión de la ONU en la RDC (MONUC), Radio Okapi.
La causa de ello fue la rotura, hace tres meses, de una cañería de la red de aguas (REGIDESO) que aprovisionaba al centro. "Somos una institución sanitaria, necesitamos agua para el cuarto de baño, la limpieza de las habitaciones y de la ropa, la esterilización de los instrumentos", declaró el jefe de servicios del personal del Hospital General de Panzi, Norbert Nkuna. Desde entonces, añadió, el centro "se las arregla" con las aguas de un río que pasa cerca.
Por su parte, los responsables de REGIDESO han reclamado al hospital el pago de atrasos evaluados en casi 45.000 euros, una cantidad que la dirección del centro ha calificado de "fantasiosa", según Radio Okapi. Según Norbert Nkuna, el hospital consume cada mes 1.000 metros cúbicos, pero REGIDESO factura el doble.