MSF alerta de la "emergencia constante" en RDC

Cooperantes de Médicos Sin Fronteras (MSF) en República Democrática del Cogo
Foto: MÉDICOS SIN FRONTERAS
Actualizado: viernes, 14 marzo 2014 10:57

La ONG se queja de la "confusión" que ha cundido entre la población de la República Democrática del Congo por las similitudes entre la brigada de la ONU y los actores humanitarios

MADRID, 13 (EUROPA PRESS)

   Médicos Sin Fronteras (MSF) ha alertado de la "emergencia sanitaria" que persiste en República Democrática del Congo (RDC) y, en particular, en la zona este del país africano, donde la actividad de los grupos armados es mayor y la atención sanitaria apenas alcanza a la población más vulnerable.

   En su informe 'La emergencia que no cesa: sufrir en silencio en República Democrática del Congo', la ONG expone el riesgo médico-sanitario en el que viven miles de personas en la parte este, donde se encuentra aproximadamente el 90 por ciento de los casi tres millones de desplazados interinos, según datos de la ONU.

   La RDC lleva 20 años de "continuo conflicto", como ha recordado el responsable de operaciones de MSF en el país, Sergio Martín, en declaraciones a los periodistas. Existe "un clima de guerra que no ha pasado nunca" y que se acrecienta por la presencia de más de 60 grupos armados, responsables de graves abusos contra la población civil.

   La atención sanitaria se rige en el país por un sistema de 'recuperación de costes'. Así, aunque sobre el papel este sistema garantiza la atención gratuita en situaciones de emergencia, la población que vive en zonas de guerra --gran parte de la cual vive con menos de 1,5 euros diarios-- sigue pagando por ella. Una cesárea de emergencia puede costar 35 euros, una cifra similar a la que llega a pagarse por un tratamiento para el cólera.

   A los pagos por el servicio médico también se añade el 'impuesto' que algunos grupos armados llegan a cobrar simplemente como peaje por transitar por caminos. "Mi mujer pudo pasar sin pagar porque estaba embarazada y tenía que ir al hospital a dar a luz. Yo sí tuve que pagar. Al volver, no nos dejaban pasar. Tuvimos que pagar por tres: mi mujer, el bebé y yo", relató en diciembre de 2012 un vecino de Kivuye, en Kivu Norte.

   Martín ha advertido de que "la gente se muere de cosas muy simples" pese a que "la mayoría podría salvarse". Más de la mitad de los niños menores de cinco años que pierden la vida fallecen a consecuencia de diarrea, infecciones respiratorias o malaria, según los datos de Médicos Sin Fronteras.

   Uno de los coordinadores de los programas de la ONG en la provincia congoleña de Kivu Sur, Isaac Alcalde, ha explicado por videoconferencia que la RDC es un país con riesgo de epidemia y enfermedades como la malaria, el cólera o el sarampión siguen siendo motivo de preocupación. Alcalde ha admitido que no existen datos fiables sobre vacunación y, en este sentido, ha dicho que se han dado casos de brotes de sarampión en zonas donde, en teoría, la prevención era completa.

   MSF ha instado a dotar de una mayor transparencia a las tasas de cobertura vacunal, así como a una mejor cooperación a la hora de combatir los brotes para evitar su propagación.

   Por otra parte, el nivel de violencia sexual apenas ha caído en el último lustro y siguen registrándose en torno a 4.000 ataques anuales. Esta cifra, que únicamente recoge las denuncias formalizadas oficialmente, demuestra que la violación sigue siendo un "arma de guerra", según Sergio Martín.

   "No deberíamos admitir que la población civil sufra las consecuencias de los conflictos", ha añadido. MSF ha pedido en su informe "a los actores armados que respeten a los civiles, a los trabajadores humanitarios y los servicios médicos", en un llamamiento dirigido tanto a las milicias como a las Fuerzas Armadas de República Democrática del Congo (FARDC).

DESPLAZADOS OCULTOS

   A los límites para el reparto de la ayuda, tales como la deficiente infraestructura médica, la falta de personal o la distancia a los centros de asistencia, se suma también la existencia de un gran número de 'desplazados ocultos' que permanecen fuera de los programas coordinados por el Gobierno y las agencias internacionales.

   Estos desplazados viven con familias de acogida o escondidos en el bosque y su situación es "desesperada", en palabras de MSF. No en vano,  apenas reciben asistencia humanitaria en un escenario en el que los esfuerzos parecen centrarse ahora en las denominadas 'zonas liberadas', unas áreas estabilizadas en las que el Gobierno trata de reforzar su autoridad.

   Sergio Martín ha advertido del riesgo de que estas zonas terminen "polarizando" la ayuda humanitaria, de tal forma que todo lo que quede al margen de estas áreas pase a recibir considerablemente menos recursos. Por su parte, Alcalde ha subrayado que las autoridades congoleñas también pueden retirar en un momento dado su apoyo a ciertas zonas.

"CONFUSIÓN" HUMANITARIA

   En la zona este de la RDC opera desde el año pasado un nuevo "actor armado": la Brigada de Intervención de Naciones Unidas. Aunque la ONU ya estaba presente en el marco de la MONUSCO, a esta fuerza de paz se ha añadido una unidad específica que tiene mandato ofensivo y que colabora con el Gobierno central en la ofensiva contra los grupos milicianos.

   Esta actividad inédita para una fuerza de la ONU ha derivado en una "confusión humanitaria" en la que la población apenas distingue si el vehículo que se acerca corresponde a una organización de ayuda o a un convoy militar. "Es difícil explicar a la población que no somos lo mismo", ha dicho Alcalde, que ha relatado cómo han llegado a producirse ataques contra vehículos de ayuda humanitaria por error.

   Sergio Martín ha afirmado, asimismo, que el despliegue de la Brigada Intervención de la ONU "puede sentar un precedente" para otros países.