Dilma Rousseff y Aecio Neves en un debate presidencial.
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Actualizado: martes, 7 octubre 2014 8:40

BRASILIA, 7 Oct. (Reuters/EP) -  

   La actual presidenta y candidata a la reelección, Dilma Rousseff, ha afirmado este lunes que cree que los más de 22 millones de votos cosechados el pasado domingo por la candidata Marina Silva --en la primera vuelta electoral-- se dividirán entre ella y su adversario en el 'balotaje' (segunda vuelta), el centrista Aécio Neves.

   Rousseff, quien al igual que Neves recibió un mensaje de felicitación de parte de Silva por los resultados electorales, ha dicho que sería "temerario" hablar en este momento sobre cómo se darán los apoyos en la segunda vuelta.

   Sin embargo, la presidenta ha subrayado que los apoyos no se definen solamente en base a la postura de "una persona", después de que Silva indicase el mismo domingo que podría manifestarse a favor del candidato del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) en el 'balotaje'.

   En una nueva ronda de ataques al PSDB, Rousseff ha declarado que las políticas sociales deben ser compatibles con una población de 200 millones de personas, y no ser "restrictivas".

   Rousseff, que busca la reelección por el Partido de los Trabajadores (PT), ha destacado además ante periodistas que su Gobierno ha apostado por la formación y desarrollo de los jóvenes, siendo responsable por más del 70 por ciento de las escuelas técnicas construidas en el país.

   "Vamos a volver a tener en Brasil dos proyectos que se enfrentan", ha señalado, y agrega que no sólo se trata de programas de gobierno que confrontan sino "gobiernos concretos", pues el PSDB gobernó de 1995 a 2002 y el PT lo hace desde 2002.

   "Cuando digo que vuelven los fantasmas del pasado me estoy refiriendo a lo que sucedió en el gobierno de Fernando Henrique Cardoso", ha apostillado Rousseff, repitiendo que las tasas de interés en dicho periodo fueron las más altas desde la implementación del Plan Real.

   En la elección del pasado domingo, Rousseff recibió el 41,6 por ciento de los votos válidos (casi 43,3 millones), mientras que Neves obtuvo el 33,6 por ciento (34,9 millones). Silva tuvo un 21,3 por ciento de los votos (22,2 millones).

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