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La oposición denuncia la represión de las autoridades, pero Kagame se ampara en la prosperidad y la estabilidad logradas en estos 25 años
KIGALI, 7 Abr. (DPA/EP) -
El presidente de Ruanda, Paul Kagame, ha presidido este domingo los actos en recuerdo de las víctimas del genocidio de 1994 en el que fueron masacrados 800.000 tutsis y hututs moderados con la promesa de que "nunca volverá a pasar".
"Nuestras oraciones piden que ninguna persona tenga que soportar jamás los mismos tormentos, en particular nuestros hermanos y hermanas de África", ha afirmado Kagame. "Esta historia nunca se repetirá. Ese es nuestro compromiso", ha remachado.
En la ceremonia, Kagame y su esposa, Jeannette, han depositado coronas de flores en el monumento a las víctimas en Kigali, donde hay enterradas 250.000 personas. Los actos en recuerdo de las víctimas comienzan este domingo, pero durarán toda la semana.
"El tiempo nunca podrá borrar las horas más oscuras de nuestra historia. Nuestro deber es recordar", ha apuntado por su parte el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, presente en la ceremonia.
"El deber de recordad debe ser una obligación sagrada", ha afirmado por su parte el primer ministro belga, Charles Michel. Entre los muertos durante el genocidio hay 'cascos azules' belgas que estaban desplegados en Ruanda. Además de Juncker y Michel hasta diez jefes de Estado y de Gobierno más y la gobernadora general de Canadá, Julie Payette, han asistido a la conmemoración.
Ya por la tarde las autoridades y unas 2.000 personas marcharán por las víctimas desde la sede del Parlamento hasta el Estado de Kigali, donde se encenderán las velas para una vigilia nocturna.
Kagame en su intervención no solo se ha referido al pasado, sino que también ha hablado del presente de Ruanda y de su futuro. "Hasta 25 años después aquí estamos. Todos. Heridos y con el corazón roto, sí. Pero invencibles", ha remachado.
Así ha invitado a los jóvenes a asumir el protagonismo para el futuro del país, ya que tres cuartas partes de la población tiene menes de 30 años y el 60 por ciento ha nacido después del genocidio.
ESTABILIDAD Y CRECIMIENTO
El 7 de abril de 1994 comenzaron las masacres y durante cien días fueron perpetrados horribles crímenes. La sangría se frenó cuando el Frente Patriótico Ruandés tutsi, liderado por Kagame y apoyado por Uganda, tomó el poder tras conquistar Kagame. El actual presidente fue elegido democráticamente en 2000 y ha impulsado programas de reconciliación y de fomento de la sociedad civil.
Sin embargo, quedan en pie cuestiones fundamentales como las restricciones a la libertad de opinión, a la oposición política y a la sociedad civil con persecución, detenciones ilegales y torturas de activistas críticos con el Gobierno, según Human Rights Watch.
"El partido gobernante ha optado por la dictadura desde los primeros días tras el genocidio con el argumento de que estaban protegiendo la soberanía nacional, pero ahora siento que hay que terminar", ha afirmado la dirigente opositora Victoire Ingabire en declaraciones a Reuters.
"El Gobierno debería permitir trabajar libremente a los políticos de la oposición porque negarles sus derechos causará problemas. 25 años bastan. El Gobierno debe permitir a la gente ser libre para expresar sus opiniones", ha argumentado.
Kagame ganó casi el 99 por ciento de los votos en las elecciones de 2017 en unos comicios con un 96 por ciento de participación, por lo que rechaza estas críticas y responde con el crecimiento económico del país y la paz relativa que existe desde el genocidio. Durante la ceremonia de este domingo ha advertido a quienes "amenacen" al país: "Lo que ocurrió aquí no ocurrirá nunca más. Para quienes (...) quieren liarnos (...), les liaremos nosotros a ellos a lo grande", ha remachado.