NUEVA YORK 8 Oct. (EUROPA PRESS) -
El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y el Gobierno de Ruanda han anunciado este viernes pasos para acelerar la implementación de una solución para las decenas de miles de refugiados ruandeses que viven en los países vecinos, uno de los últimos legados del genocidio cometido por extremistas hutus en 1994, en el que fallecieron alrededor de 800.000 tutsis y hutus moderados.
En el margen de la sesión anual del comité ejecutivo de la ACNUR en Ginebra, la organización y el Ejecutivo ruandés han acordado celebrar una reunión con todos los Estados relevantes y otros actores en el mes de diciembre para elevar la repatriación voluntaria y encontrar mejores oportunidades para la integración local o un estatus legal alternativo para los refugiados en los países de asilo.
Entre las medidas recomendadas por la ACNUR, se encuentra la petición a los Estados de que invoquen el estatus de cesación antes del 31 de diciembre de 2011 --para que sea efectivo el 30 de junio de 2012-- con la finalidad de facilitar avances hacia la resolución del problema.
La cesación es una cláusula contemplada por la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951 según la cual la condición de refugiado puede terminar bajo condiciones claramente definidas, como pueden ser cambios fundamentales en las circunstancias que llevaron al refugiado a huir del país de origen.
Unos 100.000 ruandeses, principalmente hutus, huyeron a la República Democrática del Congo en 1994, uniéndose algunos de ellos al grupo rebelde de las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR), al que la ACNUR ha acusado de cometer atrocidades, incluyendo ataques a pueblos y civiles, violaciones y otros abusos que obligaron a cientos de miles de personas a huir de sus casas.
En 2009, con la reducción gradual de las acciones del FDLR y la mejora de las relaciones entre la República Democrática del Congo y Ruanda --que culminó con una cumbre entre sus presidentes, Joseph Kabila y Paul Kagame, respectivamente--, las conversaciones se centraron en el retorno de los refugiados. Desde entonces, la ACNUR ha solicitado a los ruandeses desplazados que retornen al país, una petición que ha provocado un aumento de las deserciones en los grupos armados.