Ruanda/Tanzania.- Las autoridades tanzanas expulsan a Ruanda a decenas de miles de presuntos inmigrantes ilegales

Europa Press Internacional
Actualizado: lunes, 5 marzo 2007 13:25

MADRID 5 Mar. (EUROPA PRESS) -

Decenas de miles de residentes del norte de Tanzania que hablan la lengua kiyarwanda han sido deportados a la vecina Ruanda en los últimos nueve meses después de que rechazaran adquirir permisos de residencia o naturalizarse tanzanos, según informaron fuentes oficiales citadas por la agencia de noticias de la ONU, IRIN.

Las agencias humanitarias estiman que 60.000 del total de deportados están viviendo en campamentos provisionales en Kirehe, Ngoma y Nasho, en el este de Ruanda.

Las autoridades ruandesas han condenado las expulsiones, pero desde Tanzania se asegura que los expulsados eran inmigrantes ilegales, algunos de los cuales vivían en Tanzania desde principios de la década de 1960. Ambos países han formado un Equipo Técnico Conjunto (JTT, por sus siglas en inglés) para intentar resolver el asunto.

"Estos son los que vinieron a Tanzania y se asentaron en localidades por sí mismos, no aquellos en campamentos de refugiados que tienen un estatus de refugiado", dijo el comisario de la región de Kagera y miembro del JTT, Enos Mfuru, que se reunió en la capital ruandesa la pasada semana con responsables del país vecino.

"Estas personas tuvieron la opción de naturalizarse o adquirir permisos de residencia como contempla la ley tanzana, pero no quisieron hacer ninguna de las dos (opciones)", explicó, señalando que 17.000 de las personas que aseguraron ser ruandesas están todavía en Tanzania, y tendrán hasta el 21 de julio para marcharse.

Por su parte, el ministro ruandés de Asuntos Exteriores, Charles Murigande, dijo tras el encuentro que Ruanda sólo tiene la alternativa de recibir a las personas expulsadas.

Mientras, el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), trabaja para ayudar a los equipos de respuesta a Desastre de Ruanda y otras agencias humanitarias internacionales y locales para proporcionar algún tipo de socorro a los deportados.

En agosto del pasado año, el entonces ministro tanzano del Interior, John Chiligati, señaló que miles de inmigrantes de países vecinos que se habían establecido en Tanzania de manera ilegal tenían la opción de legalizar su estatus, o si no tendrían que ser expulsados. Sus declaraciones se producen después de que 600 burundeses fueran desahuciados de sus aldeas en el norte de Tanzania y posteriormente deportados.

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