El primer ministro quiere esperar al informe de una comisión y podría evitar la derrota por la coincidencia de parecer de la oposición
LONDRES, 8 Jul. (De la corresponsal de EUROPA PRESS, Eva Martínez Millán) -
El primer ministro británico, Gordon Brown, se enfrenta a una nueva rebelión interna entre sus filas ante la demanda de parte de los diputados laboristas de que eleve los objetivos de recorte de emisiones de dióxido de carbono del 60 por ciento previsto para 2050 al 80 por ciento.
Un total de 85 parlamentarios de su partido, entre los que figura el presidente del Grupo Laborista en Westminster, Tony Lloyd, se han sumado ya a la enmienda al proyecto de ley de Cambio Climático que reclama una mayor ambición en materia de emisiones ya que, en su opinión, las figuras manejadas por el Gobierno no son suficientes y están basadas en estudios desfasados.
Así, mientras Brown analiza en Japón con el G8 medidas para hacer frente al calentamiento global y alternativas energéticas a los combustibles fósiles y al petróleo, sus diputados han expresado ya su insatisfacción con las cifras avanzadas, si bien el propio primer ministro se ha mostrado recientemente favorable a ratios de en torno al 80 por ciento a los que, en su opinión, apuntan todas las tendencias.
No obstante, el mandatario ha puesto la cuestión en manos de una comisión independiente sobre cambio climático encabezada por el ex presidente de la Confederación de la Industria Británica (CBI, en sus siglas en inglés), Lord Turner, de la que dependerán finalmente los virtuales cambios en el proyecto, ya que Brown no adoptará ninguna decisión sin contar con su visto bueno.
FECHAS
El problema radica en que el organismo no tendría previsto presentar su informe hasta el 1 de diciembre, mientras que el texto legislativo podría someterse a votación en noviembre. En consecuencia, los diputados laboristas que suscribieron la enmienda pretenden que el Gobierno se adelante a las conclusiones e incluya la apuesta por el 80 por ciento, o bien presione a la comisión para que acelere la difusión del estudio a fin de incluir sus apuestas en la ley.
Así, aunque la enmienda fue rechazada como se esperaba a su paso por la comisión parlamentaria hace 15 días, dada la hegemonía de la corriente que apoya las tesis del Ejecutivo, los críticos han subrayado que su articulación supone ya un hito y han advertido de la posibilidad de forzar una votación en la Cámara de los Comunes en torno al informe de la plataforma independiente si no hay una reacción del Gobierno.
No obstante, éste podría salvar su posición gracias a la oposición, puesto que los conservadores también pretenden esperar por los resultados del documento dirigido por Lord Turner antes de decantarse por objetivos en materia de emisiones.
Sin embargo, entre el Ejecutivo existe el temor de que los 'tories' pretendan aprovechar su delicada posición y decidan finalmente sumarse a la reclamación del 80 por ciento para propiciar la que sería la primera derrota de Gordon Brown en Westminster desde que accedió al poder en junio de 2007.
