R.Unido.- Brown baraja una reforma constitucional para dar confianza a la política y una remodelación tras las europeas

Actualizado: jueves, 21 mayo 2009 22:36

Miembros de su Gobierno favorables proponen revisar la ley electoral, si bien algunos podrían ver cambios en sus puestos

LONDRES, 21 May. (de la corresponsal de EUROPA PRESS, Eva Martínez Millán) -

El primer ministro de Reino Unido, Gordon Brown, analiza las posibilidades de una revisión integral del aparato político británico que contribuya a recuperar la confianza de los ciudadanos en sus instituciones tras la tormenta generada por el escándalo de los gastos de los diputados y prevé completar las iniciativas con una remodelación de su gabinete que le permita retomar pulso a un año de las generales.

Brown ha sido apremiado por algunas de las figuras de mayor peso de su Gobierno para ir más allá en la reforma de la normativa parlamentaria apuntada esta semana como reacción a la polémica y trazar un nuevo armazón que sustituiría algunas de las tradiciones más consolidadas, como el sistema electoral, por un modelo basado en una convención constitucional como el que se ha adoptado en Escocia.

Según el diario 'The Guardian', entre los promotores de esta revolución figuran las generaciones más jóvenes del equipo del que Brown se dotó a su llegada al número 10 de Downing Street hace dos años, como el ministro de Exteriores, David Miliband, o el secretario de Pensiones, James Purnell; pero también veteranos como el titular de Negocios, Peter Mandelson; o la número dos del Partido Laborista y líder de la Cámara de los Comunes, Harriet Harman.

Sin embargo, la capacidad de influencia de estos protagonistas quedará a la espera de la remodelación que el mandatario podría estar estudiando y que llevaría precisamente a Mandelson, uno de los arquitectos del Nuevo Laborismo junto a Tony Blair y el propio Brown, a sustituir a David Miliband como jefe de la diplomacia británica.

Exteriores ha constituido la gran aspiración política de Mandelson, recuperado el pasado otoño para la política doméstica por su anterior rival político en el Laborismo, quien decidió convencerlo de que abandonara la Comisión de Comercio comunitaria para hacer frente a los efectos de la crisis económica en Reino Unido. El abuelo de Mandelson fue ministro de Exteriores y el actual titular de Negocios nunca ha ocultado su deseo de seguir sus pasos.

REUBICACIONES

Este movimiento obligaría a reubicar a David Miliband, protagonista el último verano de la supuesta trama para desalojar a Brown de Downing Street y quien, en esta ocasión, podría beneficiarse de la salida de una de las ministras más polémicas en los meses recientes, la de Interior, Jacqui Smith, afectada por el escándalo que supuso la compra de cine pornográfico que su marido hizo a cuenta del erario público y cuestionada a raíz de operaciones policiales como la del G-20.

Según el 'Financial Times', Smith podría convertirse en una de las víctimas de los planes de Brown, al igual que la titular de Comunidades, Hazel Blears, severamente cuestionada por el escándalo de los gastos, ya que vendió una casa reformada a costa del contribuyente por la que no había pagado intereses y cambió en varias ocasiones de residencia para reformar sus propiedades con dinero público.

El propio primer ministro calificó esta misma semana su comportamiento de "completamente inaceptable", por lo que Blears parece destinada a encuadrar la lista de bajas para la reestructuración que el mandatario prevé tras las europeas que en Reino Unido se celebrarán en paralelo a las locales el 4 de junio. Por contra, el titular de Infancia, Ed Balls, podría verse promocionado a la titularidad de Negocios que hasta ahora ha ostentado Mandelson.

PREVISIONES Y PERSPECTIVAS

La reestructuración, que sucede a la acometida en octubre, supondría para el dirigente laborista uno de los últimos resortes antes de las generales previstas, en principio, para la próxima primavera. La última fecha que se maneja es el 3 de junio de 2010, si bien la oposición sigue reclamando la inmediata convocatoria de unos comicios en los que el Laborismo se juega el cuarto mandato consecutivo.

Además, entre las medidas evaluadas actualmente por los partidarios de cambios más profundos en el Gobierno, dadas a conocer precisamente por Mandelson, van desde un referéndum sobre la ley electoral a la posibilidad de dotarse de una Cámara alta por designación popular, en lugar del nombramiento que hasta ahora imperaba en los Lores.

Los escépticos, sin embargo, consideran que las propuestas deberían esperar al programa electoral con el que el Laborismo aspira a mantener el poder al que accedió en 1997, puesto que consideran que articularlas en el actual momento político podría trasladar la impresión de que la atención no está centrada en la recesión en la que todavía se encuentra inmersa la economía británica.

En cualquier caso, todas las decisiones derivan del escándalo provocado por la publicación que desde el pasado 8 de mayo el diario 'Daily Telegraph' ha venido difundiendo de los gastos reclamados por los diputados, que incluyen desde hipotecas ya vencidas a la limpieza de piscinas, el arreglo de pistas de tenis o trabajos de jardinería. El último, conocido hoy, afecta a un conservador que pidió el dinero para una isla artificial para patos.

REACCIONES

No obstante, todas las formaciones británicas se han visto obligadas a reaccionar para mitigar los efectos de irregularidades que, finalmente, no serán investigadas por la Policía, pero que ya han sentado el precedente del primer presidente de la Cámara de los Comunes en ser forzado a abandonar desde 1695.

El 'speaker', Michael Martin, ha quedado como la primera gran víctima política de un escándalo que ha visto también la renuncia de diputados y el riesgo de un porcentaje importante de no concurrir de nuevo como castigo por años de abusos de las normas del Parlamento.

Una situación que llevó a los grupos a acordar un acuerdo de mínimos para sustituir por un control externo independiente la autorregulación que hasta ahora imperaba y que ha dado como consecuencia un modelo bajo el que los parlamentarios, que cobran un sueldo de 72.000 libras anuales, obtenían partidas adicionales en concepto de 'permiso de segunda vivienda' que han provocado en el país un escándalo que ha afectado a todos los partidos.

Las medidas, de carácter interino hasta las propuestas definitivas que se darán a conocer el próximo otoño, limitan hasta las 1.250 libras mensuales las partidas para pagar los alquileres e intereses de las hipotecas y la prohibición del permiso de segundas residencias para lo que queda de legislatura. Además, los cambios permitirán acabar también con las reclamaciones por muebles, limpiezas o determinados impuestos por la vivienda.