Aumenta la presión sobre los planes del Gobierno de incrementar la carga fiscal a los vehículos más contaminantes
LONDRES, 27 May. (de la corresponsal de EUROPA PRESS, Eva Martínez Millán) -
Cientos de camiones de alto tonelaje han provocado una severa interrupción del tráfico en las principales vías británicas con la protesta iniciada a primera hora de esta mañana contra el incremento del precio del petróleo, que ha llegado a topes de 1,56 euros el litro antes incluso de la entrada en vigor de los 2,6 céntimos adicionales que el Ejecutivo prevé aplicar vía impositiva.
En kilométricas hileras en dirección al centro de Londres y en la autopista M4 hacia Gales, la movilización ha colapsado la circulación en vías habitualmente atestadas de vehículos en lo que supone, según los transportistas, un "mensaje" al Ejecutivo para que acceda a la devolución de determinados impuestos a partir del establecimiento de la figura del "usuario imprescindible".
Así, los portavoces de los colectivos participantes explicaron que la iniciativa de hoy responde a una evolución de los hidrocarburos que ha puesto a las compañías de bienes básicos "contra la pared", por lo que han pedido también una audiencia al número 10 de Downing Street antes de iniciar una marcha a gran escala avivada por sonidos de claxon que partió de la carretera M2 de Kent y otros puntos de la geografía de Reino Unido en dirección al centro de la capital.
El resto de conductores han sido ya advertidos de las importantes retenciones que se producirán a lo largo de la jornada, con alguna de las principales vías cerradas, como la A40 que conecta con el este de Londres, una vez los cientos de participantes en la protesta encaren la M25 que lleva a la avenida de Whitehall, donde se encuentra la base de la mayoría de los ministerios del Gobierno británico y que desemboca en Westminster, sede de las dos Cámaras del Parlamento.
En cuanto a Gales, se trata de más de un centenar de trailers que prevén cubrir un recorrido de más de 100 kilómetros entre Cross Hands hasta la bahía de Cardiff, donde también demandarán una audiencia. No obstante, en este caso la Policía retrasó el recorrido con advertencias basadas en el orden público y la posterior obligación de conducir como mínimo a 70 kilómetros por hora, dependiendo de las condiciones, así como de mantenerse en uno de los carriles de la autopista.
"PODER DE ACTUAR"
La principal reivindicación de la protesta denuncia el "poder de actuar" que detectan en el Gobierno ante unos precios del petróleo "disparados" sobre los que, no obstante, consideran que "parece que no escucha", según denunció uno de los grupos promotores, Transaction 2007, que advirtió de que "cientos de compañías de Reino Unido se dirigen contra un muro".
Además, la situación actual se verá agravada por las previsiones del Ministerio de Tesoro de ampliar la carga impositiva para los vehículos más antiguos, causantes de un nivel de contaminación mayor, un movimiento que ha obligado a su propio titular, Alistair Darling, a fijar una reunión con un grupo de diputados preocupados por los efectos de la medida que ya han presentado una moción en la Cámara de los Comunes para pedir al Gobierno que reconsidere su posición.
PRESIÓN SOBRE EL GOBIERNO
En este sentido, la presión sobre el Gobierno ha aumentado desde que dio a conocer los planes de aumentar la carga impositiva para los vehículos registrados desde 2001 que emiten altos niveles de gases a la atmósfera, ya que, según las previsiones, sus propietarios podrían tener que enfrentarse a incrementos de unos 230 euros que impactarían, además, de forma más severa en los conductores de menores recursos.
Aparte, los parlamentarios contrarios a la propuesta la consideran "injusta" con aquellos que en su día adquirieron sus coches ignorantes de las consecuencias fiscales que conllevarían en el futuro, si bien la responsable de Medio Ambiente, Joan Ruddock, ha advertido ya de que el Ejecutivo "no puede perder la vista de la agenda ambiental".
Con todo, otros miembros del Gabinete como el titular de Negocios, John Hutton, asumieron la necesidad de "escuchar lo que la gente dice sobre la eliminación de las cargas sobre los vehículos". "Estamos intentando mantener el balance correcto entre estimular las opciones que tiendan a respetar el medio ambiente sin golpear a la gente", justificó.
