LONDRES 27 Feb. (de la corresponsal de EUROPA PRESS, Marta Altuna) -
Los familiares del accidente de tren de Potters Bar, ocurrido en mayo de 2002, en el que murieron siete personas, aseguraron hoy que no se han aprendido las lecciones del siniestro, ya que consideran que el siniestro ocurrido el viernes en Cumbria tiene características similares.
La representantes de las familias de las víctimas, Louise Christian, dijo que las similitudes son "increíbles". Asimismo, pidió que se emprenda una investigación pública en los dos accidentes para encontrar "cuáles son las lecciones que se pueden aprender".
Al igual que en el accidente de Potters Bar, en el ocurrido en Cubria, norte de Reino Unido, la noche del viernes, faltaban trozos de la vía que eran vitales para el funcionamiento correcto del tren. Como resultado de este accidente murió una mujer de 84 años y varias personas resultaron heridas, entre ellas el conductor.
El tren que descarriló la pasada semana era de la compañía Virgin y cubría la ruta Londres Glasgow. El presidente de Virgin, Richard Branson dijo que se "quitaba el sombrero" por la "dignidad" de Network Rail por aceptar la responsabilidad del incidente. "No es nuestra aportación buscar culpables sino trabajar conjuntamente como compañías que operamos los trenes, así como con todos nuestros socios en la industria, particularmente con Network Rail para asegurarnos que algo así no vuelve a suceder", explicó Branson.
El director ejecutivo de la línea de ferrocarril, John Armitt, dijo que su organización está "devastada" por las conclusiones del informe y pidió "perdón sin reservas" a todos aquellos afectados. "Network Rail está devastado por las conclusiones que indican que el mal estado de algunos puntos de la vía provocaron este terrible accidente", dijo Armitt.