MOSCÚ 5 Jun. (Reuters/EP) -
El Gobierno ruso ha acusado este miércoles a numerosos estados, sin especificar cuáles, de utilizar el último informe de Naciones Unidas sobre Siria de manera "parcial", con el objetivo de condenar al Gobierno del presidente, Bashar al Assad, y obviar los abusos de sus enemigos, en especial, de los milicianos islamistas.
Según un comunicado divulgado por el Ministerio de Exteriores ruso, el informe de la ONU asegura que en Siria se han producido torturas, secuestros y otros abusos contra los insurgentes, aunque "no califica los atentados llevados a cabo por los rebeldes en diferentes ciudades sirias de actos terroristas".
Además, el informe "tampoco habla sobre otros actos bestiales ejecutado por yihadistas, entre los que se incluyen muchos casos de violencia sexual contra mujeres", prosigue. "Todo esto ha ocurrido en medio de un aumento de delitos cometidos por islamistas armados contra la población civil", añade el comunicado.
"La parcialidad y los prejuicios del documento sobre lo que está sucediendo en Siria han sido utilizados por algunos estados para culpar al Gobierno, mientras que no dicen una sola palabra acerca de los muchos crímenes y violaciones de Derechos Humanos que han cometido grupos armados radicales", ha subrayado el Ministerio de Exteriores.
La Comisión de Investigación de Naciones Unidas informó este martes de que los líderes sirios deben ser considerados los responsables de los bombardeos y ejecuciones de civiles. De acuerdo con el informe, las fuerzas gubernamentales y las milicias aliadas han cometido crímenes de guerra, incluidos asesinatos, torturas y violaciones.
Sin embargo, Rusia ha afirmado que el último de los cinco informes presentado por la Comisión se está utilizando para que los apoyos se produzcan de manera sesgada, es decir beneficiando a los insurgentes.