MOSCÚ, 21 Nov. (Reuters/EP) -
El ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, ha acusado este lunes a Occidente de querer acabar con la oportunidad de una resolución pacífica en Siria, asegurando que varios países occidentales están presionando a los opositores para que no alcancen un acuerdo con el Ejecutivo del presidente sirio, Bashar al Assad.
Rusia y China vetaron el mes pasado una resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas propuesta por sus miembros europeos que condenaba la represión ejercida por el régimen de Al Assad durante los últimos ocho meses.
Lavrov reiteró la posición rusa de que los manifestantes comparten la responsabilidad junto a Al Assad de la violencia y de los enfrentamientos que sufre Siria y que habría que presionar a los opositores para que se unan a las negociaciones con el Ejecutivo.
"Sí, es necesario detener la violencia, pero estas demandas deben dirigirse tanto a las autoridades como a los grupos armados que se han mezclado entre los opositores sirios", señaló Lavrov, según la agencia estatal de noticias Interfax.
"Vemos una situación en la que la Liga Árabe está pidiendo el fin de la violencia y el inicio de conversaciones, mientras existen mensajes contradictorios de las capitales occidentales y de algunos países de la región", señaló el ministro.
Estas naciones, que Lavrov no especificó, están "recomendando directamente que la oposición no dialogue con el régimen de Al Assad". "Es como una provocación política a escala internacional", añadió.
Moscú es un aliado cercano a Siria, que ha comprado grandes cargamentos de armamento a las autoridades rusas y que alberga una base naval rusa en el mar Mediterráneo. El Gobierno ruso ha pedido que Al Assad realice rápidamente las reformas prometidas, pero ha dicho que la dimisión del actual presidente sirio no debe ser una condición para el diálogo y que los países occidentales especulan con una intervención militar en el país.
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