MOSCÚ, 14 May. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno ruso ha declarado este martes "persona non grata" al empleado de la Embajada de Estados Unidos en Moscú que había sido detenido acusado de tratar de reclutar a un miembro del Servicio Federal de Seguridad (FSB) ruso para la CIA y le ha ordenado abandonar el país.
"Tales acciones provocativas en el espíritu de la Guerra Fría no promoverán de ninguna forma el fortalecimiento de la confianza mutua", ha señalado el Ministerio de Exteriores ruso al anunciar la decisión de Moscú de expulsar al diplomático estadounidense, informa RIA Novosti.
Según ha informado el FSB, el diplomático, identificado como Ryan Christopher Fogle, trabajaba como tercer secretario en el departamento político de la Embajada y fue arrestado anoche cuando trataba de reclutar a un efectivo de los servicios secretos rusos.
Además, el diplomático estadounidense estaba en posesión de "artefactos técnicos especiales, instrucciones escritas para el ciudadano ruso que estaba siendo reclutado, una gran cantidad de dinero en efectivo y medios necesarios para cambiar su apariencia", ha precisado en su comunicado.
Según la agencia RIA Novosti, que cita una carta que llevaba Fogle y que fue publicada posteriormente, el diplomático ofreció al agente ruso hasta un millón de dólares al año a cambio de su cooperación.
"Estamos dispuestos a ofrecerle 100.000 dólares y discutir su experiencia, conocimientos y cooperación. El pago puede ser significativamente superior si está dispuesto a responder a cuestiones específicas", precisa la misiva.
"Es más, ofrecemos hasta un millón de dólares al año por cooperación a largo plazo además de bonus adicionales por información que pueda ayudarnos", agrega la nota.
Según el FSB, Fogle fue trasladado a las oficinas de la agencia y tras completar "los procedimientos necesarios" fue devuelto a la Embajada estadounidense.
Por otra parte, el Ministerio de Exteriores ruso ha convocado este miércoles al embajador norteamericano en Moscú, Michael McFaul, para discutir estos hechos, que se producen en un momento en que las relaciones entre Estados Unidos y Rusia son tensas, principalmente por sus desavenencias en torno a Siria.
