MOSCÚ 2 Feb. (EUROPA PRESS) -
Los técnicos rusos temen haber perdido un satélite lanzado este martes a bordo de un lanzacohetes 'Rockot' que partió del centro espacial de Plesetsk, en el norte de Rusia. El dispositivo, con aplicaciones geodésicas, no llegó alcanzar la órbita para la que fue programado, a mil kilómetros sobre la superficie del planeta.
Pese a no recibir contacto alguno desde el Control Terrestre de Rusia, los servicios de vigilancia espacial estadounidenses "descubrieron" el satélite moviéndose en órbita elíptica a una distancia mínima de 330 kilómetros de la Tierra, informa la agencia rusa RIA Novosti.
El Ministerio de Defensa ha establecido una comisión conjunta con la agencia espacial, Roscosmos, para investigar las causas de la incidencia e intentar situar el satélite en su órbita. Fuentes de la industria creen que es imposible corregir tal órbita de modo que el artilugio pueda desempeñar apropiadamente todas sus funciones.
El 'GEO-IK-2' fue diseñado para crear un mapa terrestre en tres dimensiones y ayudar al Ejército a determinar la localización exacta de varios objetivos.
Hace apenas dos meses Rusia ya perdió tres satélites cuando la lanzadera Proton-M se precipitó sobre el océano Pacífico. Con esta operación debía completarse el sistema de navegación 'Glonass' equivalente al GPS norteamericano.