NIKOLSKOYE (RUSIA), 18 Nov. (EP/AP) -
Un total de 29 personas pertenecientes a la secta autodenominada Auténtica Iglesia Ortodoxa Rusa se han atrincherado en un búnker subterráneo de la ciudad de Nikoskoye, al sudeste de Moscú, con más de 300 litros de gasolina a la espera del Juicio Final y han amenazado con inmolarse si son obligados a salir de su refugio por la fuerza. Entre los miembros de la secta hay cuatro menores.
El líder de la secta, el autodeclarado profeta Pyotr Kuznetsov, no se encontraba con ellos hoy. Kuznetsov fue acusado la semana pasada de crear una organización religiosa relacionada con la violencia, y fue sometido a exámenes psiquiátricos el viernes.
El jueves, un grupo de sacerdotes ortodoxos rusos intentaron contactar con la secta, pero sus miembros se negaron a hablar con ellos. Los religiosos acudieron nuevamente hoy domingo, pero los integrantes de la secta se negaron a escucharlos, según informó bajo condición de anonimato un funcionario de seguridad que supervisa la situación.
Yevgeny Guseynov, portavoz del gobierno regional, manifestó que las autoridades intentarán encontrar a negociadores con experiencia para entablar un diálogo.
Los miembros de la secta, que serían en su mayoría mujeres, prometieron permanecer en el refugio hasta el día del Juicio Final y aseguraron tener almacenados más de 370 litros de gasolina que amenazaron con incendiar si los agentes de seguridad que custodian el lugar intentan sacarlos de allí. Se comunican con Kuznetsov a través de escritos.
