RABAT, 14 Nov. (EUROPA PRESS) -
El ministro de Asuntos Exteriores marroquí, Taib Fassi Fihri, defendió este sábado la expulsión a Lanzarote de la activista saharaui Aminetu Haidar y denunció los intentos de medios de comunicación y organizaciones extranjeras de presentar esta deportación como "coerción" o "violación de la legalidad internacional". Haidar fue deportada en avión a Lanzarote después de su llegada ayer viernes a El Aaiún, capital del Sáhara Occidental ocupado por Marruecos, acompañada por dos periodistas españoles.
"Aminatu Haidar no quiso cumplir los trámites ordinarios y estuvo retenida sin ningún perjuicio moral o físico en la zona internacional del aeropuerto Hasán I de El Aaiún", afirmó Fassi Fihri tras su comparecencia en la Comisión de Asuntos Exteriores, Defensa Nacional y Asuntos Islámicos de la Cámara de Representantes, según recoge la agencia de noticias marroquí MAP.
El ministro destacó que "miembros de la familia de Aminatu Haidar pudieron hablar con ella y asistieron a la firma (por parte de Haidar) de la declaración realizada ante el fiscal real, en la cuales rechazó claramente su nacionalidad marroquí".
"Después de estos trámites, retomó su vuelo el sábado por la mañana hacia las Islas Canarias, ya que procedía de ese lugar", explicó. Haidar viajó el viernes desde Las Palmas de Gran Canaria hasta El Aaiún acompañada de los periodistas Pedro Barbadillo y Pedro Guillén.
"Es pues legítimo, y habría que preguntar por qué Aminatu Haidar ha optado hoy por no reconocer su nacionalidad marroquí después de haber utilizado y haber abusado durante años del pasaporte marroquí, al servicio de su activismo en el extranjero, dirigido desde las embajadas argelinas", agregó Fassi Fihri.
"¿Por qué informó, previno y contactó, previamente, con los medios de comunicación extranjeros para la instrumentalización de la reacción del todo legítima y legal de las autoridades marroquíes?", se preguntó.
El ministro denunció que los separatistas saharauis "explotaron y explotan aún la ampliación del campo de las libertades en Marruecos bajo el pretexto engañoso de defender los Derechos Humanos, aunque esta estrategia está encaminada en realidad a difundir propaganda y a suscitar tensión y crispación".
"Algunas personas como Aminatu Haidar fueron reclutadas a tal efecto. Actúan en base a instrucciones de otras partes y con su apoyo", añadió. "No se trata de militantes de Derechos Humanos ni de la libertad de expresión sino de personas que trabajan al servicio de unos objetivos definidos desde el exterior por los adversarios conocidos de la integridad territorial" de Marruecos, añadió.
"El objetivo de este plan es, en realidad, frustrar las significativas expectativas que afronta la cuestión del Sáhara marroquí a nivel internacional y de las Naciones Unidas y, en particular la nueva dinámica de negociaciones a la luz de la iniciativa marroquí de autonomía", concluyó.
