Sarkozy desvela su proyecto para el 'Gran París'

Actualizado: miércoles, 29 abril 2009 23:08


PARIS, 29 Abr. (EUROPA PRESS) -

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, desveló hoy un esperado proyecto para convertir París en una capital moderna capaz de rivalizar con las grandes metrópolis del planeta y que gira en torno a la mejora de los transportes, la vivienda, la cultura y el desarrollo sostenible a través de diseños arquitectónicos que privilegien los espacios verdes y los criterios ecológicos.

En la Ciudad de la Arquitectura, donde hoy se inaugura una gran exposición sobre las reflexiones que diez estudios internacionales de arquitectura han presentado sobre el futuro de la capital francesa, Sarkozy defendió que el 'Gran París' será "la Francia de después de la crisis". La inversión prevista en los transportes es de 35.000 millones de euros, las obras comenzarán a partir de 2012, año electoral, y durarán diez años.

Entre los anuncios realizados por Sarkozy, su intención de estudiar la creación de un bosque de 2.500 hectáreas en la zona sobrevolada por los aviones que despegan y aterrizan en el aeropuerto Charles de Gaulle, un pulmón verde que podría capturar 13 toneladas de carbono anuales.

En materia de alojamiento, se quieren construir 70.000 viviendas anuales en la región parisina y el Gobierno invertirá igualmente 850 millones de euros en la creación de un polo científico, económico y tecnológico.

Mientras, en los transportes, que será el eje del nuevo París, Sarkozy pretende que funcionen día y noche y que su coste sea igual para los parisinos del centro que para los de la periferia. De los 35.000 millones previstos, 21 millones irán a parar a una red rápida que unirá a lo largo de 130 kilómetros los diferentes puntos 'extra-muros', una especie de metro sin chófer que circulará a 80 kilómetros por hora las 24 horas del día.

El presidente galo promueve igualmente un cambio de "filosofía" sobre el derecho urbanístico, asunto que se llevará al Parlamento porque, en su opinión, hace falta cambiar la manera de concebir las cosas y "salir del respeto pasivo de una reglamentación cada vez más pesada".

"No se trata de dejar el campo libre al mercado pero hace falta que la ciudad viva, que respire, evolucione, se desarrolle, respetando reglas fuertes, comprensibles, eficaces, ecológicas", dijo.