Sarkozy y Merkel se conjuran para lograr la "gran ambición" europea de "cambiar las cosas"

Actualizado: miércoles, 30 enero 2008 19:22


PARÍS, 30 Ene. (EUROPA PRESS) -

La canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, se comprometieron hoy en París a trabajar "mano a mano" para que la próxima presidencia francesa de la Unión Europea sea un éxito, permita llevar adelante una "gran ambición" y lograr que "Europa cambie las cosas".

En un acto de la Unión para un Movimiento Popular (UMP) sobre el futuro de Europa, la formación de Sarkozy, en la que la canciller fue la invitada estelar y al que también asistió el presidente del PP, Mariano Rajoy, Merkel y el mandatario galo se intercambiaron elogios mutuos sobre el papel desempeñado en Europa tras el descalabro que supuso el 'no' francés a la fallida Constitución europea.

A lo largo de una intervención muy aplaudida, Merkel recordó que el pueblo francés no dijo 'no' a Europa, sino a una Europa que "no entendía" y que fue entonces cuando el ahora presidente francés tuvo el "coraje" de proponer un Tratado simplificado con el que se ha conseguido "un resultado maravilloso".

La canciller desgranó a continuación los retos que tiene ante sí la Unión Europea, entre los que mencionó la competencia en la era de la globalización, la defensa de los valores como los Derechos Humanos o la libertad de culto o la propia transformación institucional de la Unión.

Así, auguró a la presidencia francesa que se inicia el próximo 1 de julio, la tarea de "encontrar el camino de la nueva Europa del futuro", momento en el que se comprometió a "participar y configurar" una presidencia francesa que tenga el mismo éxito que tuvo la alemana, durante la cual salió adelante el texto que luego daría lugar al Tratado de Lisboa.

Merkel aludió a la amenaza del terrorismo y a la evidencia de que los países no pueden actuar solos para hacerle frente, a la necesidad de diversificar las fuentes energéticas y a luchar contra el cambio climático, convencida de que Europa tiene que actuar y podrá, de paso, abrirse mercado en los países emergentes.

La canciller alemana apoyó igualmente el proyecto de Sarkozy de impulsar una Unión Mediterránea al entender que el proceso de Barcelona "no funciona como los fundadores lo plantearon, es burocrático y tiene pocos participantes". "Alemania --dijo-- quiere asumir responsabiliddes en este proceso".

GUERRA Y PAZ

Por su parte, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, consideró la presencia de Merkel en París, "todo un símbolo" de la reconciliación franco-alemama que tras la Segunda Guerra Mundial supuso el germen de la actual Unión Europea. "Alemana y Francia se han enfrentado, odiado y desgarrado como ningún otro pueblo", recordó el presidente galo.

Retrocediendo a los orígenes de la UE, Sarkozy puso de relieve que quienes la idearon consideraban que la guerra no era una "fatalidad y que la paz era "un gran proyecto", decidiendo dar la espalda a "la violencia y a la venganza". "La presencia hoy de Merkel aquí, está en esta línea. Tienes aquí un amigo a título personal y político", agregó Sarkozy, cosechando un sonoro aplauso.

Tras calificar a Merkel "una grande" de Europa porque sin ella no se hubiera logrado el Tratado de Lisboa, le propuso trabajar "de la mano" durante la presidencia francesa para conseguir una Europa que "proteja", movido por una "gran ambición" para que Europa cambie las cosas.

"La gran ambición europea es lo que el pueblo de Europa espera de nosotros", resumió para pedir a continuación un gran aplauso para Merkel y para Mariano Rajoy. Ambos subieron luego al estrado para posar ante la prensa junto a Sarkozy, su primer ministro, destacados miembros del Gobierno y de la UMP.