Sarkozy traslada al prefecto y director de seguridad del departamento donde le abuchearon en una reciente visita

Europa Press Internacional
Actualizado: viernes, 30 enero 2009 18:38

PARIS, 30 Ene. (EUROPA PRESS) -

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, ha castigado con el traslado al prefecto (delegado del Gobierno) del Departamento de Manche (Baja Normandía), Jean Charbonniaud, y al responsable de la seguridad pública, Philippe Bourgade, después de que durante una reciente visita a la localidad de Saint-Lô, el jefe del Estado fuera recibido con sonoros abucheos.

Sarkozy viajó hasta allí el pasado 12 de enero para felicitar el nuevo año a los miembros de la comunidad educativa pero, lejos de darse un baño de multitudes, sólo una veintena de simpatizantes logró franquear el impresionante dispositivo de seguridad. La cosa se saldó con ocho manifestantes heridos por la Policía y cinco detenidos.

Además, al paso de la delegación presidencial volaron zapatos y otros objetos y los manifestantes gritaban bajo las ventanas de la sala donde el jefe del Estado pronunciaba su discurso. "Furioso, el inquilino del Elíseo mostró varias veces su nerviosismo fuera de cámara", relata el diario regional 'Ouest-France'.

Pero la reacción de Sarkozy ha provocado indignación incluso en sus propias filas y el presidente de la UMP del Consejo General y senador de Manche, Jean-François Legrand, dice que es "perfectamente lamentable que se use a un representante del Estado como un 'kleenex'".

"Es escandaloso. Es una práctica de otro tiempo y contraproducente desde el punto de vista político", sostiene Legrand tras recordar que el prefecto trasladado es "un buen prefecto que no tiene ninguna responsabilidad en este asunto".

"¿Qué es tan grave?", se pregunta por su parte el director de seguridad. "No mucho, sólo que el presidente escuchó pitar a los manifestantes. No tengo por qué avengorzarme de lo que pasó", relata Bourgade.

Estos traslados han provocado ya las críticas de la clase política y ayer el presidente del centrista MoDem, François Bayrou, hablaba de una "sanción arbitraria y el hecho de un príncipe".

Antes de este episodio, Sarkozy ya destituyó al responsable de la seguridad en Córcega, Dominique Rossi, porque un grupo de manifestantes logró entrar en la lujosa residencia de Christian Clavier, un amigo del jefe del Estado.

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