Seis años después del inicio de la guerra Irak se prepara para la retirada estadounidense

Actualizado: martes, 17 marzo 2009 20:34


BAGDAD, 17 Mar. (Reuters/EP) -

Seis años después de que misiles estadounidenses iluminaran el cielo de Bagdad con el inicio de la guerra de Irak, la cada vez menos frecuente presencia de vehículos norteamericano en las calles de la capital pone de manifiesto la próxima retirada de las fuerzas de Estados Unidos de este país. El anunciado fin de la ocupación estadounidense eclipsa todo en el Irak actual, donde un Gobierno sumido en rivalidades lucha por poner fin a la violencia que ha dejado decenas de miles de muertos y desplazado a 4,7 millones de personas desde 2003 y recuperar la economía.

El plan de Washington que prevé la retirada de todos sus soldados antes de 2012 se centra en si Irak podría evitar un rebrote de la violencia y si podría desactivar posibles luchas explosivas por el control del petróleo y del poder.

Hazim al Nuaimi, un analista político establecido en Bagdad, dijo que los seis años posteriores al derrocamiento de Sadam Husein han resultado traumáticos para la economía de Irak, sus conflictos políticos y la seguridad de su pueblo. "Lo único que ha cambiado es que ahora hay una luz al final del túnel. Pero parece que seis años no son suficientes para poder alcanzar esa luz", consideró Al Nuaimi.

Después de asistir durante años a un derramamiento de sangre de dimensión catastrófica, en el cual los cadáveres se han apilado cada día por decenas en las aceras de Bagdad, la violencia en Irak ha caído a su nivel más bajo desde finales del verano de 2003.

Los militares estadounidenses atribuyen el descenso de la violencia al incremento de tropas de 2007, a la colaboración de los líderes tribales suníes cansados de las prácticas brutales de Al Qaeda y a la creciente confianza en el Gobierno.

El primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, ha pasado de ser criticado por su debilidad a emerger como un líder fuerte después de plantar cara a las milicias chiíes el año pasado, y se ha ganado el reconocimiento de muchos iraquíes por lograr mejoras notables en la seguridad.

Sin embargo, lugares como Mosul, en el norte de Irak, donde las milicias suníes han sobrevivido a todos estos años de ataques, siguen sumidos en la violencia diaria. Además, por todo el país los milicianos todavía son capaces de perpetrar ataques a gran escala. Este mismo mes, más de 60 personas han muerto en importantes atentados suicidas en Bagdad en un espacio de tres días.

LA CAJA DE PANDORA DEL SECTARISMO

Algunas personas, como el analista Ghassan al Attiyyah, acusan a Estados Unidos de alimentar la violencia sectaria y étnica, ya que desde el principio de la invasión Estados Unidos quiso otorgar el poder a la mayoría chií, reprimida durante el régimen suní de Sadam, y forjar un gobierno que representara a esta mayoría.

"Fracasaron en comprender a Irak. Cometieron grandes errores, basicamente ensalzando las divisiones entre los iraquíes", consideró Attiyyah, director de la Fundación para la Democracia y el Desarrollo de Irak, en alusión a Estados Unidos.

Hoy, la postura del Ejército estadounidense se ve más acertada, basándose en mayor medida en llegar a la comunidad y ejercer de tutor de las cada vez más competentes, aunque aún lejos de ser independientes, fuerzas locales, en lugar de utilizar mera fuerza. Aunque hay quien considera que es demasiado tarde.

"Se ha abierto la caja de Pandora, y la sociedad está ahora poralizada entre las fuerzas sectarias y étnicas", dijo Attiyyah.

Tras el gran éxito de las elecciones locales que tuvieron lugar el pasado enero, Al Maliki ha aumentado sus llamamientos a la reconciliación entre las facciones rivales iraquíes, así como a perdonar a los aliados de Sadam.

Hay quien duda de la sinceridad de Maliki en este sentido. Especialmente desde el norte de Irak, donde la minoría kurda ha disfrutado de un considerable nivel de autonomía, se advierte del riesgo que puede suponer un líder más poderoso en Bagdad.

Mientras la violencia de la insurgencia decrece, la mayor amenaza proviene de la creciente tensión entre Al Maliki y los kurdos, que se mantienen inflexibles en cuanto a sus demandas sobre los recursos petrolíferos y las áreas fronterizas en liza.

"En el último par de meses, hemos visto menos intentos de tender puentes (entre los árabes y los kurdos), y algunos intentos de quemar los puentes", constató un oficial estadounidense en Bagdad.

La profundidad de las divisiones entre árabes y kurdos se hace evidente en el punto muerto en la disputa sobre el control de la ciudad de Kirkuk, reclamada por los kurdos como patria de sus ancestros a pesar de las objeciones de los turcomanos y los árabes.

Naciones Unidas está persiguiendo un compromiso, pero por el momento no hay ningún signo de que ninguna de las partes vaya a dar marcha atrás. Los feudos kurdos también han bloqueado una nueva ley nacional sobre el crudo, cuya aprobación es vista por los inversores potenciales como una luz verde para las inversiones de capital en Irak.

EL EXAMEN DE LAS ELECCIONES GENERALES

Estas tensiones subrayan los desafíos a los que se enfrenta Irak para alcanzar la unidad política antes de las elecciones generales previstas para finales de 2009, las cuales suponen un examen para evaluar la sostenibilidad de esta joven democracia.

La llave para impedir más violencia es reactivar la economía paralizada por la guerra, el aislamiento, la escasa planificación bajo el régimen de Sadam y el intento poco realista de crear condiciones artificiales de libre mercado bajo la ocupación.

"Antes de la invasión la economía estaba controlada por el Estado al cien por cien. Después de 2003 y (según) directivas (de Estados Unidos), se convirtió en una (economía) de libre mercado, sin transición", explicó el economista Abdul Rahman al Mashhadani, de la Universidad Al Mustansiriya de Bagdad.

El Gobierno de Al Maliki está solicitando ofertas a las grandes companías petroleras y gasísticas de contratos, y las petroleras internacionales ya están participando en un número importante de proyectos en el lucrativo sector del crudo en Irak.

Irak cuenta con las tercers reservas de petróleo del mundo, pero la industria está atascada por la buricracia, al igual que otros sectores donde el crecimiento y la inversión todavía tiene que materializarse. "A no ser que haya una revolución administrativa en el sector del crudo, la situación seguirá como está", opinó el Ministro del Petróleo, Ibrahim Bahr al Uloum.