Los servicios de rescate pierden la esperanza de encontrar a más supervivientes del terremoto

Reuters
Actualizado: sábado, 11 abril 2009 17:27


L'AQUILA (ITALIA), 11 Abr. (Reuters/EP) -

Los equipos de rescate italiano continuaban hoy buscando a más sobrevivientes del terremoto que sacudió esta semana el centro del país, pero informaron de que ya no hay esperanza de que quede alguna persona con vida debajo de los escombros.

Un día después del Funeral de Estado por las víctimas del seísmo de 5,8 grados en la escala de Richter, la cifra de víctimas mortales se ha elevado a 291 tras el hallazgo de más cuerpos entre los restos de los edificios derrumbados. Más de 20.000 personas se han quedado sin hogar.

Los perros rastreadores habían detectado a última hora de ayer un rastro humano debajo de las ruinas de lo que fue un edificio de cuatro plantas en L'Aquila, la ciudad más afectada por el terremoto. Después, los efectivos de los equipos de rescate también escucharon ruidos.

Pero esta madrugada los perros dejaron de ladrar durante y las autoridades creen que pudieron haber respondido al olor de un cadáver o incluso a la presencia de sangre humana. Al menos nueve cuerpos han sido rescatados de este lugar, según los bomberos.

"Cavamos toda la noche y ahora simplemente tenemos que esperar. Casi no oímos nada hoy", explicó a la agencia Reuters un miembro de los equipos de rescate.

Así pues, en el sexto día tras el terremoto, las esperanzas de encontrar personas con vida se desvanecen. La última superviviente, una joven de 20 años, fue rescatada el pasado martes y desde entonces sólo han ido apareciendo cadáveres. Protección Civil confirmó esta mañana que la búsqueda casi ha terminado y cree que las operaciones de rescate concluirán este domingo, casi una semana después de la tragedia.

Durante todos estos días se han ido sucediendo las réplicas, algunas casi tan fuertes como el propio seísmo, en la región de Abruzzo, aterrorizando aún más a los residentes, muchos de los cuales se preparaban para celebrar mañana sin hogar el domingo de Resurrección.