Sharif se reúne con el jefe del Ejército en medio de la crisis política

Actualizado: lunes, 6 julio 2015 9:15

ISLAMABAD/LAHORE, 26 Ago. (Reuters/EP) -

El primer ministro paquistaní, Nawaz Sharif, se ha reunido este martes con el poderoso jefe del Ejército del país, el general Raheel Sharif, según ha indicado una fuente de su administración, mientras la crisis política desencadenada por las protestas en la capital reclamando la dimisión del Gobierno no parece resolverse.

Partidarios de Pakistan Tehreek-i-Insaf (PTI), del exjugador de críquet Imran Jan, y de Pakistan Awami Tehreek (PAT), liderado por el religioso Tahir ul Qadri, llevan acampados desde hace más de una semana en la capital frente al Parlamento para reclamar la renuncia de Sharif.

"El encuentro se ha producido en la residencia del primer ministro", ha indicado la fuente, que pidió no ser identificada. Sharif y el jefe del Ejército han discutido sobre la situación política y otros asuntos, de acuerdo con esta fuente.

Entre estos asuntos, según los medios locales, figuraría la operación militar en el noroeste del país contra los talibán paquistaníes y otros grupos insurgentes, así como las recientes escaramuzas en la frontera con India.

Las protestas lideradas por Jan y Qadri han sido pacíficas hasta ahora, evitando la intervención de las fuerzas de seguridad. No obstante, el que las sentadas, en las que participan miles de personas, se vuelvan más violentas depende en buena medida de la postura que adopte el Ejército, que ha gobernado el país durante la mitad de su historia desde la independencia.

DIFÍCIL RELACIÓN CON EL EJÉRCITO

Sharif mantiene una relación difícil con el Ejército: su último mandato terminó en 1999 cuando el entonces comandante, el general Pervez Musharraf, llevó a cabo un golpe de Estado que permitió más de una década de régimen militar.

Las relaciones con los militares se complicaron aún más cuando el Gobierno de Sharif procesó el año pasado a Musharraf por traición, enfureciendo a los oficiales que ven al Ejército como el salvador de Pakistán y menosprecian a los políticos como corruptos e ineficientes.

Algunos dirigentes del partido gobernante han acusado a miembros del Ejército de orquestar las protestas para debilitar al gobierno civil, pero el estamento militar insiste en que no se inmiscuye en política.

Son pocos en Pakistán los que creen que el Ejército quiera tomar ahora el poder, pero existe la percepción generalizada de que está usando las protestas como una oportunidad para debilitar a Sharif y poner a su ejecutivo bajo su control.

Representantes del Gobierno y de los líderes de las protestas han mantenido conversaciones esporádicas desde la semana pasada para encontrar una salida pacífica a la crisis, si bien Jan se niega a abandonar a menos que Sharif dimita.

Qadri, por su parte, ha dado un nuevo ultimátum al Ejecutivo para que dimita antes de mediados de esta semana, advirtiendo de que de lo contrario las circunstancias podrían volverse incontrolables.

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