RANGÚN 11 Ago. (Reuters) -
Los siete militares acusados de haber matado a cinco civiles en junio en la localidad birmana de Mong Yaw, en el estado de Shan, se han declarado culpables de los delitos que se les imputan ante el tribunal castrense encargado del caso, según han informado varios testigos.
"El juez ha leído los informes sobre el caso y ha instado a los militares a confesar el delito. Ellos se han declarado culpables", ha indicado Sai Kaung Jam, un ciudadano de Mong Yaw que acudió al juicio junto a otros 14 residentes.
En julio, las Fuerzas Armadas de Birmania admitieron haber cometido una serie de negligencias y el jefe del Servicio de Inteligencia, Mya Tun Oo, comunicó que el Ejército era el responsable de la muerte de los cinco residentes de Mong Yaw.
Varios testigos informaron a Reuters de que los militares acorralaron a decenas de hombres en una zona dividida por los enfrentamientos en el estado de Shan, llevándose a cinco de ellos aparte. Sus cuerpos fueron encontrados en una fosa poco profunda varios días después.
La respuesta de las Fuerzas Armadas sugiere una mayor concienciación en relación con la imagen del Ejército en el país, que trata de mostrar su apoyo a la transición democrática que atraviesa Birmania y, además, mejorar su reputación frente a la comunidad internacional.
APUÑALADOS HASTA LA MUERTE
El Ejército de Birmania ha sido acusado en repetidas ocasiones por grupos de defensa de los Derechos Humanos de hacer un uso excesivo de la fuerza. Según organizaciones como Amnistía Internacional, los militares involucrados en la vulneración de los Derechos Humanos rara vez son condenados.
El militar que se encontraba al mando el día en que se produjo la muerte de los cinco civiles ha señalado que no ordenó que estos fueran ejecutados. Sin embargo, los militares han admitido durante el juicio que temieron que "al liberar a los civiles después de haber descubierto que pertenecían a un grupo armado local, estos dijeran que habían sido torturados".
La localidad de Mong Yaw se encuentra en el estado de Shan, donde miles de personas se han visto obligadas a desplazarse debido a los enfrentamientos entre las Fuerzas Armadas y los insurgentes.