PARIS, 14 Jun. (EUROPA PRESS) - Los presidentes de Estados Unidos y Francia, George W. Bush, y Nicolas Sarkozy coincidieron hoy, tras reunirse por espacio de dos horas en el Elíseo, en que Siria debe abandonar su actitud de connivencia respecto al régimen de Teherán y contribuir a la estabilidad en la región de Oriente Próximo. El presidente francés, no obstante, defendió la decisión de retomar los contactos con Damasco alegando que el presidente sirio, Bachar al Assad, dejó que el proceso presidencial libanés siguiera su curso, cumpliendo así la condición impuesta por Francia para retomar el diálogo.
También defendió Sarkozy la presencia del mandatario sirio en la cumbre que dará el pistoletazo de salida al proyecto de Unión por el Mediterráneo el próximo 13 de julio en París. "Si cuando hacemos la ronda del Mediterráneo empezamos a invitar sólo a quienes se ajustan a nuestros criterios, corremos el riesgo de que haya poca gente", advirtió en la rueda de prensa conjunta ofrecida tras la reunión. Mientras, Bush reclamó a Damasco "dejar de mantener su connivencia con los iraníes, dejar de albergar terroristas y ser una fuerza constructiva en Oriente Próximo", así como ayudar a la creación de un Estado palestino y dejar claro a la organización islamista Hamás que "el terror debe cesar para lograr la paz".
El presidente de Estados Unidos le pidio igualmente dejar claro ante sus aliados iraníes que Occidente es serio cuando le pide detener el enriquecimiento de uranio, primer paso para desarrollar una bomba, y que Hezbollá es una fuerza desestabilizadora tanto en Líbano como fuera de él. "Ese sería mi mensaje. Siria tiene que comportarse de otra manera, resumió Bush.
Sarkozy dijo compartir la posición norteamericana sobre el peligro atómico de Irán y que Siria debe "desolidarizarse" lo máximo posible de Teherán en este terreno.
