MADRID 6 Mar. (EUROPA PRESS) -
El comando conjunto del Ejército Libre Sirio (ELS), que agrupa a gran parte de las formaciones armadas que combaten contra las fuerzas de seguridad, ha acusado este martes al partido-milicia chií libanés Hezbolá de "estar preparado para enviar entre 4.000 y 5.000 combatientes a Siria a través de Homs en los próximos días".
"En la tarde del domingo, Hezbolá entrenó a sus miembros en el área occidental del valle de la Bekaa, cerca de la localidad libanesa de Mashghara, en preparación para el envío de un nuevo grupo de combatientes a Siria", ha dicho el ELS.
Así, ha acusado a la formación islamista de "establecer posiciones de monitorización y centros de despliegue, algunos de ellos cerca de las ocho localidades fronterizas sirias ocupadas por Hezbolá, con el objetivo de dar protección y controlar la autovía que conecta Damasco con Homs y la costa siria".
En este sentido, el ELS ha manifestado que "durante los últimos tres meses, Hezbolá ha llevado a cabo operaciones de limpieza sectaria en varias localidades fronterizas, especialmente Jousiyyeh, donde decenas de casas fueron incendiadas y miles de residentes expulsados".
"El futuro de las relaciones de hermandad y buena vecindad con Líbano está en peligro y todas las opciones estarán sobre la mesa si esta flagrante agresión contra el territorio y los ciudadanos sirios no se detiene", ha agregado.
"Hoy, el problema es con el Estado libanés, no solo con Hezbolá, y ha ido más allá para convertirse en un problema árabe, regional e internacional. Reaccionaremos en este marco", ha remachado el grupo.
El comunicado del ELS ha llegado en un momento de tensión entre la formación islamista y el grupo tras la muerte a mediados de febrero de al menos doce rebeldes sirios y tres miembros de Hezbolá en el marco de intensos combates en el lado sirio de la frontera.
INCREMENTO DE LAS TENSIONES
En las últimas semanas, el ELS ha formulado reiteradas advertencias y amenazas contra Hezbolá, llegando el portavoz del grupo rebelde, Louay al Mokdad, a dar a la formación islamista un ultimátum de 48 horas para detener sus presuntas operaciones en Siria, amenazando con responder militarmente a las fuentes de fuego en el interior de Líbano.
Sin embargo, la confusión surgió horas después cuando Fahd al Masri, portavoz del Comando Conjunto del ELS, negó la existencia de todo vínculo entre la formación y el comunicado.
Pese a ello, a finales de febrero fallecieron tres miembros de Hezbolá a consecuencia de un ataque ejecutado por miembros del Frente al Nusra, una milicia siria que mantiene vínculos con la organización terrorista Al Qaeda, en una localidad libanesa ubicada en la frontera entre ambos países.
Poco después, el comandante general del ELS, Salim Idriss, criticó duramente al secretario general de Hezbolá, Hassan Nasralá, al que describió como "un criminal" y como "el líder de la 'shabbiha' --fuerza paramilitar siria--, antes de advertir que en grupo "sabe cómo llegar" a él.
"El asesino no pertenece a una religión, secta o nacionalidad, y todo asesino será asesinado en algún momento", dijo Idriss. "Tu era prácticamente ha terminado. Todo aquel que se atreva a atacar a nuestra gente y nuestra tierra pagará un alto precio", agregó.
En respuesta, Nasralá denunció la existencia de una campaña armada destinada a desplazar a las personas que residen en las localidades fronterizas entre Líbano y Siria, al tiempo que recalcó que las mismas únicamente se defienden ante estos ataques.
En este sentido, Nasralá acusó a "clérigos suníes" de "adoptar una escalada retórica" contra su formación, al tiempo que ha rechazado que la misma vaya a arrastrar a Hezbolá al conflicto en Siria. En las últimas semanas se han publicado múltiples informaciones sobre la presencia de combatientes del ala militar del partido en el país árabe, si bien la formación lo ha desmentido en reiteradas ocasiones.