PARIS, 8 Jun. (EUROPA PRESS) -
Los socialistas franceses cosecharon en las elecciones europeas celebradas el domingo una severa derrota que puede ahondar más aún la crisis interna del partido y cuestionar el liderazgo de su primera secretaria, Martine Aubry, que se enfrentaba por primera vez al veredicto de las urnas desde que fue elegida el frente de la organización en noviembre de 2008.
Con apenas el 16,96% de los sufragios, según los datos oficiales escrutado el 74% de las papeletas, el PS pierde 12 puntos con respecto a las elecciones de 2004 y se sitúa cerca de su peor marca histórica, la que registró Michel Rocard en 1994: un 14,5%.
En el polo opuesto, y tal y como avanzaban los sondeos sobre intención de voto, la formación del presidente francés, Nicolas Sarkozy, Unión por un Movimiento Popular (UMP), en el poder, se sitúa en cabeza en las ocho circunscripciones en las que está dividido el territorio galo en los comicios europeos.
La UMP logra el 27,4% de los votos, 10,8 puntos más que hace cinco años, lo que, en opinión del Gobierno, supone un espaldarazo a la labor ejercida por Sarkozy cuando estuvo al frente de la Unión Europea en el segundo semestre de 2008 y es, según los analistas, un auténtico balón de oxígeno a la gestión de la crisis y el programa de reformas que está haciendo el Elíseo.
Pero en Francia la auténtica sorpresa la ha dado la lista de Europe Ecologie impulsada por el mítico líder del 68 francés Daniel Cohn-Bendit, que se coloca, con un 14,96% de los votos, como tercera fuerza política, pisa los talones seriamente al Partido Socialista y deja fuera de juego al centrista Movimiento Democrático (MoDem) que, junto al Nuevo Partido Anticapitalista (NPA) del radical Olivier Besancenot, es uno de los grandes perdedores.
El líder del MoDem, François Bayrou, ha asumido su "parte de responsabilidad" admitiendo implícitamente el error cometido en el último tramo de la campaña electoral al enzarzarse con Cohn-Bendit en un duro intercambio de insultos durante un debate televisado. El MoDem logró un 8,23% de los votos, lejos del 12% que le auguraban los sondeos previos a la cita con las urnas.
Mientras, la candidatura del Frente de Izquierda encabezado por el ex socialista y férreo opositor a la malograda Constitución Europea, Jean-Luc Melenchon, ha dado un nuevo impulso al Partido Comunista, que hace cinco años obtuvo el 5,2% de las papeletas y en esta convocatoria la coalición suma el 6,5%.
La extrema derecha, sin embargo, baja del 9,8% al 7,26%, que es el porcentaje alcanzado por el Frente Nacional de Jean Marie Le Pen. La soberanista Libertas de Philippe de Villiers, que proponía entre otras cosas establecer un cordón fronterizo y acabar con el librecambio en la UE, no logra el 5% mínimo exigible para tener representante.
"TODAVIA NO SOMOS CREIBLES"
"Todavía no somos creíbles", fue una de las frases que pronunció Martine Aubry en la sede socialista de la calle Solferino de París entonando el 'mea culpa' y poniendo de relieve que el resultado cosechado hoy no obedece a causas "externas" y que el partido necesita una "profunda renovación".
"Nuestro partido ha sufrido mucho por las batallas internas y las divisiones. Yo pongo todas mis fuerzas para unirlo y continuaré haciéndolo porque las cosas avanzan, sin duda todavía de manera insuficiente", reconoció la primera secretaria de los socialistas galos.
A su juicio, el PS, que no ha logrado capitalizar el voto 'antisarkozy' a pesar de que Francia ha vivido tres huelgas en lo que va de año para denunciar la política anticrisis del presidente, el partido necesita una "profunda renovación y no vivir más en un circuito cerrado". "Unidad, renovación de ideas, renovación de nuestras prácticas, unión de la izquierda", son las tareas que Aubry quiere acometer a partir de mañana.
DATI: "EL PRINCIPIO DE UNA NUEVA AVENTURA"
El gran vencedor, la UMP de Sarkzoy, gana claramente su apuesta porque sus líderes se habían fijado un doble objetivo: seguir siendo el primer partido en Francia y alcanzar la barrera del 25%. El éxito de la convocatoria obligará ahora al presidente a remodelar el Ejecutivo, dado que dos de sus candidatos 'estrella' en la región parisina --el ministro de Agricultura, Michel Barnier, y la mediática titular de Justicia, Rachida Dati-- cambiarán sus despachos parisinos por Estrasburgo.
Dati atribuyó el resultado electoral a Sarkozy --"hemos tenido al mejor", dijo--, y calificó su futuro destino como "el principio de una nueva aventura" mientras que el primer ministro, François Fillon, dijo asumir este éxito "con seriedad" para acometer dos grandes desafíos: la crisis económica mundial y el cambio climático. También lanzó un llamamiento a la unidad. "Después del tiempo de las elecciones, debemos unirnos. Frente a la crisis económica la unidad nacional es una necesidad".
ABSTENCION RECORD
Por otro lado, y como todo hacía temer, los electores franceses se han abstenido en masa y Francia ha registrado un nuevo récord del 59,52% en la histórica escasa movilización de los votantes en las citas europeas.
Según las cifras del Ministerio del Interior, ha acudido a votar en la Francia metropolitana sólo el 40,48% del censo, un 2,28% menos que hace cinco años.
Desde que los franceses votaron por primera vez para elegir a sus representantes en la Cámara de Estrasburgo, en el año 1979, la tasa de participación no ha dejado de disminuir y la átona campaña electoral francesa no ha contribuído a cambiar la tendencia.
Unos 44 millones de franceses estaban hoy llamados por séptima vez a las urnas desde 1979 para elegir a sus 72 representantes en el nuevo Parlamento Europeo. Francia sentará a seis eurodiputados menos que en la actual Eurocámara debido al Tratado de Niza.
