MADRID, 8 Dic. (EUROPA PRESS) -
En los últimos días Spiderman ha recorrido las calles de El Cairo para regocijo de muchos niños y sorpresa de los viandantes y los usuarios de la red de transporte de la ciudad, en la que residen unos 18 millones de personas que a menudo luchan para seguir adelante con sus vidas rutinarias.
Esta rutina es la que ha empujado a dos jóvenes egipcios a pasear a Spiderman por las calles de la capital y romper la monotonía. Uno de ellos es Hossam Atef, un fotógrafo 'freelance' de 20 años que reside en El Cairo.
"Pensamos, y si Spiderman pasara un día normal de la vida de un egipcio, ¿qué pasaría?", explica Atef sobre su iniciativa al diario 'Al Ahram' en su edición electrónica. "¡Terminaría agotado!", replica su compañero en esta andadura, Atef Saad, quien se disfraza del conocido 'hombre araña'. "Incluso Spiderman no podría asimilarlo", opina.
"De hecho, todos los egipcios son superhéroes por soportar estas dificultades cada día", añade Atef, en referencia a las condiciones de vida en El Cairo, donde el tráfico es caótico y el transporte público, abarrotado, deja mucho que desear.
Durante cuatro días, este Spiderman egipcio ha sido fotografiado en El Cairo realizando actividades de la vida cotidiana, como correr para coger un autobús, y sus fotos han tenido un gran éxito en las redes sociales.
El famoso superhéroe también ha sido fotografiado intentando resolver una pelea callejera o durmiendo en la calle de esta ciudad, situada en el puesto 122 de 140 del Ranking Mundial de Condiciones de Vida 2013 elaborado por la revista 'The Economist'.
LOS NIÑOS, FASCINADOS
Sin duda, a quienes más ha gustado la aparición de Spiderman en El Cairo ha sido a los más pequeños. En una ocasión, decenas de ellos se arremolinaron en torno a Atef, agarrándole. Finalmente, los dos jóvenes tuvieron que escapar corriendo y buscaron refugio en una cafetería, cuyo dueño, "pensó que éramos hombres de (el presidente Abdelfatá) Al Sisi y nos dio bebidas gratis".
En su periplo, también han tenido que vérselas con la Policía. Para poder hacer fotos dentro del metro, Atef tuvo que ponerse una 'chilaba' (la túnica tradicional que visten los hombres) sobre el disfraz mientras que el fotógrafo tuvo que envolver su cámara en una camiseta para lograr que pasara desapercibida.
"No tenemos una licencia (para tomar fotos en estos lugares públicos) y nadie entendería lo que estamos intentando hacer", opina Atef. De hecho, en una ocasión les paró la Policía y, tras pedirles su identificación y comprobar sus antecedentes, les dejaron marchar.
Tanto Atef como Saad tienen claro que seguirán adelante con su iniciativa ya que tienen aún muchas ideas en mente para fotografiar. "Esperadnos en enero", adelanta Saad.
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