COLOMBO 4 Dic. (EP/AP) -
Más de 2.000 tamiles han sido liberados tras la oleada de críticas recibida por grupos pro Derechos Humanos y políticos tamiles por las detenciones indiscriminadas que se produjeron el pasado miércoles en Colombo con motivo del atentado que se cobró la vida de 20 personas y en el que se culpó a la guerrilla de los Tigres para la Liberación de la Tierra Tamil (LTTE), según informó hoy el ministro Jeyaraj Fernandopulle.
El presidente Mahinda Rajapaksa ordenó la liberación de aquellos que no habían sido acusados por ningún crimen después de reunirse ayer con los familiares de algunos de los detenidos, pero aún permanecen 202 personas bajo arresto, de las que más de la mitad son sospechosas de cometer actividades terroristas, mientras que la otra mitad será puesta en libertad en cuanto los arrestados muestren su identificaciones.
Una coalición formada por grupos que defienden los derechos locales envió una carta al Gobierno en la que condenaban las detenciones. "La arbitraria naturaleza de los arrestos ha sido clara en muchos casos en los que familias enteras se encontraban bajo custodia", decía la carta emitida hoy.
En muchos casos los arrestados no sabían por qué habían sido detenidos, ni siquiera sus familias fueron informadas de los arrestos, lo que significa una violación de las directrices presidenciales, según se citaba en la carta, firmada por el Centro de Políticas Alternativas, el Movimiento Contra la Discrimincaión y el Racismo y otros diez grupos.
"Esta no es una acción contra una minoría. Es una cuestión de seguridad y el Gobierno tiene que proteger a la gente en la ciudad", afirmó Fernandopulle. Los tamiles han reivindicado repetidamente que ellos son los únicos identificados por las autoridades de Sri Lanka, de mayoría cingalesa. Fernandopulle respondió a esto diciendo que también algunos cingaleses y musulmanes habían sido detenidos.