MADRID 8 Ene. (EUROPA PRESS) -
El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) calcula que desde mediados de diciembre han llegado a Sur de Sudán unas 120.000 personas con el fin de poder votar en el referendo del domingo sobre la independencia. Antes, la media de regresos era de 2.000 personas al día, por lo que las cifras actuales suponen duplicar el número de movimientos habitual.
"Anticipamos que muchos más volverán en los meses siguientes al referéndum. Muchos de los retornados que han vivido en el norte durante años dicen que se han ido por miedo a lo desconocido y por la oportunidad de empezar de nuevo en su Sur natal", explica la agencia de la ONU.
Desde el inicio de 2010 ACNUR se estableció en los diez estados que conforman Sur de Sudán para apoyar a las personas que volvían a sus lugares de origen. Según sus estadísticas, el 30 por ciento ha vuelto a zonas urbanas, y el resto se encuentra en áreas rurales. Muchos de ellos proceden de la capital de Sudán, Jartum, y algunas de estas han permanecido ahí durante las últimas dos generaciones.
La agencia lamenta que la llegada de nueva población supone en ocasiones una presión añadida a las frágiles infraestructuras y programas de asistencia. ACNUR ofrece ayuda a 35.000 habitantes tanto dentro como en los alrededores de Abyei. Una de las regiones que más sudaneses del sur está recibiendo es la del Alto Nilo.
"Todos los días llegan autobuses y barcazas con retornados a la capital del estado, Malakal. Han venido con todas sus pertenencias", incluidos multitud de muebles, prosigue la declaración de la organización, citada por la CNN.
El personal está además preocupado por el futuro de los sureños que se queden en el norte de Sudán, y subraya la importancia de que se establezca "un estatus de aquellos sudaneses del sur que prefieran permanecer en el Norte". La principal preocupación es que muchos de ellos pierdan la ciudadanía y se queden en una situación de apátridas.
Con el fin de evitar una situación así, se está negociando con las autoridades. Si las partes no llegan a un acuerdo, podría aumentar el número de migraciones al sur. Se calcula que en el norte de Sudán viven entre 1,5 y 2 millones de personas originarias del sur del país.