SIRTE (LIBIA), 28 Oct. (EP/AP) -
Finalmente hoy se declaró un aplazamiento de las conversaciones de paz que mantenían el Gobierno sudanés y algunos de los grupos armados que operan en la región de Darfur en Libia. La razón oficial del aplazamiento recalca que los rebeldes que acudieron a la cumbre han pedido más tiempo para preparar la negociación, pero lo cierto es que la conferencia con la ausencia de los dos principales grupos rebeldes, el Ejército de Liberación de Sudán y el Movimiento Justicia e Igualdad, tiene pocas posibilidades de éxito.
En cualquier caso, los representantes del equipo mediador conjunto de la ONU y la Unión Africana destacaron que la que comenzó ayer es la primera fase, la fase de "consultas", de todo un proceso que finalizaría con "negociaciones sustanciales" en unas semanas.
Los mediadores rechazaron decir que la conferencia se haya aplazado e insistieron en que las conversaciones preliminares de menor nivel son necesarias para unas negociaciones completas. "Me niego a decir que el proceso de paz esté interrumpido. El tren de la paz ha salido (...); la cuestión es cuántos pasajeros irán en él", afirmó el mediador jefe de la ONU para la conferencia de paz, Jan Eliasson.
La mediación permanecerá en Libia, pero los enviados de sus equipos podrían viajar a Darfur o algún otro lugar para presionar a los líderes rebeldes para que acudan.
"El proceso que lleva a la negociación ha comenzado", explicó el representantes de la Unión Africana, Salim Ahmed Salim.
"Sólo tras ese periodo (...) de aproximadamente tres semanas entraremos en negociaciones sustanciales", indicó Eliasson en declaraciones a AP. Eliasson aseguró que se espera que lleguen más jefes rebeldes a Sirte para preparar las negociaciones, mientras que otros dirigentes prefieren mantener sus propias reuniones preparatorias en Darfur. "No creo que debamos dramatizar sobre si estas preparatorias se celebran aquí o en otro lugar", aunque, admitió, la ONU y la Unión Africana "prefieren celebrarlas aquí".
El portavoz de la mediación de la ONU, Ahmed Fawzi, insistió en que a pesar de el lento ritmo logrado en el comienzo de las conversaciones, los enviados están preparados para una conferencia de tres fases. La primera, de "consultas" comenzó ayer y durará hasta finales de la presente semana. La segunda fase permitirá "más preparatorias" y la "construcción de consenso interno" entre los rebeldes.
El representante del Gobierno sudanés, Nafie Ali Nafie, aseguró antes del anuncio de suspensión que Jartum no tendrá paciencia con los dirigentes rebeldes ausentes, ya que los rebeldes de perfil bajo presentes en Sirte "realmente representan a los movimientos que actúan sobre el terreno en Darfur". El delegado gubernamental accedió a apoyar la suspensión de las conversaciones, pero sólo con el fin de dar "a quienes vinieron" más tiempo para alcanzar un acuerdo.
"Aplazar las negociaciones para aquellos que no vinieron es una señal equivocada (...). Es inaceptable", afirmó Nafie en declaraciones a la prensa, ya que esto animaría a los líderes rebeldes a complicar las negociaciones, según indicó.
El enviado especial de China, país con una considerable influencia en el Gobierno sudanés, Liu Guijin, fue quien dio el primer indicio de que la conferencia sería suspendida para facilitar la celebración de conversaciones de más constructivas en el futuro. "El aplazamiento no es un síntoma de fracaso, sino la preparación para dar otros pasos", dijo Liu a AP.
MÁS TIEMPO
Durante la sesión de apertura de ayer un delegado rebelde leyó un comunicado pactado por los pocos grupos rebeldes presentes en Sirte. "Necesitamos tiempo adicional, necesitamos más tiempo (...) para preparar las negociaciones", explicó un delegado de un grupo escindido del Movimiento Justicia e Igualdad, Tajadine Bechir Niam.
Niam emplazó a los grupos ausentes a acudir a las conversaciones para poder conseguir una paz definitiva y advirtió de que, de otro modo, sólo se lograría un acuerdo de paz igual que el firmado en 2006, que fue de muy escasa utilidad.
Ahmed Diraige, otro delegado rebelde, aseguró que "sería normal y lógico posponer (las sesiones) hasta que llegue todo el mundo", y dejó así la puerta abierta a la incorporación de los principales grupos armados.
En esa misma sesión el Gobierno sudanés anunció su compromiso con la aplicación de un alto el fuego inmediato. "El Gobierno de Sudán proclama un alto el fuego inmediato en Darfur", afirmó el máximo responsable de la delegación gubernamental en las negociaciones, Nafie Ali Nafie. "No seremos los primeros en disparar las armas", aseguró.
Sin embargo, el anuncio del Gobierno no se ha visto correspondido por los principales grupos rebeldes de la región, aunque algunos delegados de la ONU esperaban que el alto el fuego rebelde pudiera ratificarse hoy domingo.
