MADRID, 11 Jun. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Consejo Soberano de Transición y jefe del Ejército de Sudán, Abdelfatá al Burhan, ha ordenado la creación de un comité encargado de llevar ante tribunales internacionales las demandas presentadas contra las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) y los países que la apoyan por sus acciones en el marco de la guerra desatada en el país en abril de 2023.
Al Burhan ha afirmado que este comité, que estará encabezado por el Ministerio de Justicia sudanés, gestionará las demandas contra las RSF, sus líderes y los países que las apoyan "ante las autoridades competentes, incluidos tribunales y organizaciones regionales e internacionales", según ha recogido la agencia estatal sudanesa de noticias, SUNA.
Así, ha detallado que este organismo estará además integrado por miembros de la Fiscalía, el Ministerio de Defensa, la Policía, la cartera de Finanzas, los servicios de Inteligencia y el Ministerio de Exteriores, sin que las RSF se hayan pronunciado por ahora sobre esta iniciativa por parte de las autoridades sudanesas.
Jartum ha acusado en reiteradas ocasiones en el pasado a las autoridades de Emiratos Árabes Unidos (EAU) de dar ayuda militar y financiera a las RSF --ahora declaradas como una organización terrorista-- a través de Chad, al tiempo que han dicho que Reino Unido está bloqueando sus quejas ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
La guerra estalló el 15 de abril de 2023 a causa de las fuertes discrepancias en torno al proceso de integración del grupo paramilitar --ahora declarado como una organización terrorista-- en el seno de las Fuerzas Armadas, situación que provocó el descarrilamiento definitivo de la transición abierta en 2019 tras el derrocamiento del régimen de Omar Hasán al Bashir.
Según datos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), los combates han dejado ya más más de diez millones de desplazados internos. El conflicto en el país, en el que viven cerca de 50 millones de personas, tiene su epicentro durante las últimas semanas en la ciudad de Al Fasher, capital de Darfur Norte, donde cerca de 800.000 civiles permanecen atrapados en medio de los intensos enfrentamientos entre el Ejército y las RSF, que impusieron un cerco a la ciudad.
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