MADRID, 7 Dic. (EUROPA PRESS) -
El secretario general adjunto de Asuntos Humanitarios de la ONU, John Holmes, ha dado la voz de alarma hoy ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas sobre las condiciones de trabajo de al menos 13.000 trabajadores humanitarios en Darfur (Sudán) por el deterioro contínuo de la situación en la más de cuatro millones de personas se ven afectadas por el conflicto.
Holmes declaró su preocupación por las restricciones de movimento y la violencia contra los civiles y el personal humanitario y solicitó el respeto a los principios humanitarios a todas las partes del conflicto. Señaló que los problemas persisten por las dificultades en la concesión de visados para entrar y salir del país a los trabajadores, así como en la donación de material de ayuda.
Los ataques contra el personal humanitario continúan a un nivel sin precedentes y los responsables, a menudo, son muy difíciles de identificar, aunque todo parece indicar que principalmente provienen de grupos rebeldes, como de los miembros del grupo miliciano de SLA-Minni Minawi, según la ONU.
El secretario general adjunto apuntó que la defensa de los derechos de los civiles y el respeto al Derecho Internacional es un elemento fundamental de la ayuda humanitaria e instó al Gobierno a utilizar el Comité de Alto Nivel como un foro para discutir las preocupaciones en vez de recurrir a las acciones unilaterales como la expulsión del jefe de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA) de Darfur.
Este año, cerca de 280.000 civiles evitaron la violencia huyendo hacia campos de desplazados que ya están superpoblados, ya que un total de 2,4 millones de personas se encuentran desplazadas. El secretario general adjunto se inquietó por la negativa de las autoridades nacionales de autorizar el acceso a ciertas zonas como Adilla y Jebel Marra, donde decenas de millares de personas necesitaban ayuda. Y denunció que también el acceso al campo de Nyala, en el sur de Darfur, estuvo limitado.
Y la vuelta y la reinstalación de las personas desplazadas se ha convertido en un problema importante, como reconoció Holmes, ya que no se dan las condiciones necesarias para que se produzca una vuelta masiva.
El secretario también anunció que el Plan de Trabajo 2008 para Sudán dispone de 825 millones de dólares para la ayuda humanitaria y las actividades de reconstrucción en Darfur. Holmes mencionó las garantías que las autoridades sudanesas le dieron sobre la renovación de los procedimientos acordados que expirarán el próximo 31 de enero de 2008.
