DUBLÍN, 26 Dic. (EUROPA PRESS) -
El Tribunal Supremo ha autorizado la retirada de los tratamientos a una mujer embarazada que lleva varias semanas en estado de muerte clínica, ya que considera que no existen esperanzas de que el feto pueda sobrevivir.
La mujer fue declarada clínicamente muerta el pasado 3 de diciembre y su familia había solicitado judicialmente que no se le mantuviese con vida artificialmente. Los médicos, por su parte, dudaban de las protecciones constitucionales del feto.
Tras escuchar las opiniones de abogados de todas las partes --incluyendo en representación del feto-- y de autoridades sanitarias, el Tribunal Supremo ha concluido que existen pocas posibilidad de que el embarazo llegue a término dado el deterioro del cuerpo de la gestante, informa la cadena pública RTE.
Irlanda tiene uno de los sistemas legales que más blindan el embarazado. La ley del aborto que entró en vigor a principios de 2014 sólo contempla la interrupción del embarazo en caso de que exista un riesgo grave para la madre.
