BENGHAZI (LIBIA), 20 (Reuters/EP)
El presunto cerebro del ataque al Consulado de EEUU en Benghazi en septiembre de 2012 que acabó con la vida de cuatro estadounidenses, entre ellos el embajador Christopher Stevens, fue apresado esta semana con ayuda de residentes libios, según ha asegurado su propia familia.
"Estuvimos en contacto con él a lo largo del fin de semana", ha declarado el hermano de Ahmed Abú Jatalá, Abú Bakr, quien asegura que la operación para atrapar a su familiar tuvo lugar aprovechando circunstancias enormemente precisas que solo podrían haber sido comprendidas con la ayuda de residentes locales.
El sábado era un día de enfrentamientos en Benghazi y alrededores. Las posibilidades de encontrar a Abú Jatalá eran de una entre un millón. "Los residentes me dijeron que vieron a dos helicópteros cerca de la costa de Qanfuda", explicó Abú Bakr, quien intentó ponerse en contacto con los amigos de Jatalá para avisarle de la amenaza, "pero todos los móviles estaban desconectados".
Al fin, la familia encontró el vehículo abandonado en la ciudad, que se encuentra a unos 10 kilómetros al oeste de Benghazi. Era un día ideal para que un comando estadounidense se adentrara sin llamar la atención. Sabía la localización exacta de Abú Jatalá. Por todo ello, el hermano del capturado está "convencido de que fue apresado con ayuda de libios".
Jatalá desmintió en octubre de 2012 que estuviera detrás de la operación contra el Consulado de Benghazi. Sí reconoció que se unió a las armas, pero solo para luchar contra el general Haftar Jalifa, quien de un tiempo a esta parte se ha erigido, según anuncia, como una respuesta militar frente a las bandas criminales e islamistas que han aparecido aprovechando el vacío de poder dejado por Gadafi.