TAIPEI 11 Jun. (de la enviada especial de EUROPA PRESS, Débora Altit) -
El candidato para las próximas elecciones presidenciales de Taiwán por el Partido Democrático Progresista, el ex primer ministro Frank Hsieh, mostró hoy su rechazo a la opción de 'hongkonizar' Taiwán y hacer que la isla asuma un estatus similar al que actualmente tiene la ex colonia británica con China, ya que eso supondría volver atrás y abandonar los derechos democráticos alcanzados.
Hsieh aseguró hoy en un encuentro con la prensa extranjera que, de ser elegido, hará "todo lo posible para abrir un diálogo con China y evitar el conflicto", si bien aclaró que "tengo la responsabilidad de defender a Taiwán y la identidad de su pueblo, y no la sacrificaré por China".
El programa de Hsieh, notablemente más moderado que el del actual presidente de Taiwán y correligionario Chen Shui Bian, insiste no obstante en el concepto de la "identidad de Taiwán", lo que ha le ha llevado a ser tachado por su principal rival, el candidato del Koumintang (y, según algunos, favorito) Ma Ying-jeou de "romántico".
Hsieh apoyó también el acercamiento a China, mediante la apertura de las comunicaciones, la llegada de turistas chinos a la isla o incluso la entrada de capital del país vecino, pero recordó que Taiwán no puede seguir la vía de Hong Kong, que todavía, diez años después de la devolución a China sigue manifestándose por sus derechos democráticos y se negó a hacer concesiones.
"No se trata de hacer una competición para ver quién se acomoda más a China, porque nunca estará satisfecha. Si queremos contentar a China al cien por cien, eso significará que tengamos como presidente a Wen Jiabao (el primer ministro chino)", bromeó Hsieh. "Demasiada apertura sin dignidad afectará a largo plazo a nuestra identidad", declaró, en referencia a la política de acercamiento preconizada por Ma Ying-jeou.
Sobre la velada preferencia de China por la candidatura de Ma (no manifiesto, ya que en anteriores elecciones ha terminado resultando contraproducente para el KMT), Hsieh recordó que el gigante asiático lleva desde el año 2000 pensando que el triunfo del PDP ha sido cuestión de suerte, pero "no puedes ganar tres elecciones por simple suerte. Significará que éste es el deseo de Taiwán. Aunque para ello habrá que salir victorioso con mayor margen que hasta ahora".
Hsieh no se mostró desmotivado tampoco por el escaso éxito que parece tener entre la comunidad internacional que Taiwán ondee la bandera de la "democracia" y China no. "Creo que la existencia de Taiwán, además de ir en beneficio de países como EEUU, contribuye sobre todo a la democratización de China. Si la democracia en Taiwán se hunde, o si Taiwán desaparece de la faz de la Tierra, será una gran decepción para aquellos que defienden la democracia en el mundo", aseguró.