JERUSALÉN 12 Sep. (Reuters/EP) -
El Gobierno israelí afirmó este sábado que considera que el ataque con cohetes perpetrado el viernes desde Líbano contra su territorio es incidente aislado, si bien pidió a la Fuerza Interina de la ONU en Líbano (FINUL) y al Gobierno libanés que impidan que se repita y advirtió de que el Ejército emprenderá una "acción amplia".
El viceministro de Asuntos Exteriores israelí, Danny Ayalon, declaró a la Radio de Israel que Tel Aviv no tiene "ningún interés en agravar la situación". Pero "debemos dejar claro que si Israel se ve obligado, si se perturba la tranquilidad, Israel sabrá cómo restablecer la calma, incluso si se ve forzado a emprender una acción amplia", aseguró.
El Ejército israelí, que respondió el viernes lanzando 15 proyectiles de artillería contra Líbano al ataque con cohetes realizado poco antes contra el norte de Israel, ha dicho que Tel Aviv responsabiliza al Gobierno libanés de los "ataques terroristas" que se originen en su territorio.
De momento, ningún grupo ha reivindicado la autoría de la agresión. Ayalon acusó al Gobierno libanés de no impedir que la milicia chií Hezbolá introduzca armas de contrabando en Líbano, pero no llegó a culpar a este grupo del ataque.
La última vez que se dispararon cohetes desde Líbano contra territorio israelí fue el pasado enero, durante la operación militar de Tel Aviv contra la Franja de Gaza. Entonces el Ejército israelí concluyó que el culpable fue un pequeño grupo palestino que lanzó los cohetes como muestra de solidaridad con la milicia palestina Hamás, que luchaba entonces contra las fuerzas israelíes.
Tanto Estados Unidos como la ONU han condenado el incidente y han pedido a las partes que se atengan a la tregua pactada en 2006 tras la guerra entre Israel y Hezbolá. P.J. Crowley, portavoz del Departamento de Estado norteamericano subrayó el viernes que el ataque constituye una "clara violación" del alto el fuego y pone de manifiesto "la urgente necesidad de que en Líbano se pongan las armas bajo el control del Estado".
Por su parte, el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, pidió a ambas partes que actúen con moderación y señaló que la FINUL está investigando las circunstancias del incidente.