TOKIO 24 Ago. (EUROPA PRESS) -
La Compañía Eléctrica de Tokio (TEPCO) ha anunciado este viernes que intentará determinar el alcance de las filtraciones de agua radiactiva de al menos uno de sus tanques de almacenamiento, horas después de que las autoridades acusaran a la compañía de no vigilar adecuadamente los tanques, que han provocado filtraciones y se han convertido en los últimos días en motivo de preocupación a nivel internacional, según ha informado la cadena de televisión pública japonesa NHK.
Esta semana, la empresa eléctrica ha reconocido que uno de los tanques almacena agua altamente contaminada como consecuencia del accidente nuclear de marzo de 2011 tras el terremoto y posterior tsunami había dejado filtrar 300 toneladas de fluidos, en el quinto y más grave suceso en este tipo de tanques.
TEPCO explicó el miércoles que no detectó antes la gran cantidad de agua radiactiva que se ha filtrado desde la central nuclear de Fukushima-1 al subsuelo y al océano Pacífico porque los tanques donde se almacena carecen de contadores.
En este sentido, indicó que los tanques que se han construido alrededor de los reactores nucleares para almacenar el agua contaminada que se ha usado para enfriar Fukushima-1 no tienen contadores, por lo que no detectó las fugas hasta que se formaron charcos superficiales.
La compañía eléctrica admitió que, hasta ahora, el único sistema de control sobre los tanques de agua radiactiva eran las patrullas que realizan los operarios de la central.
En respuesta, la Autoridad Reguladora de la Energía Nuclear (NRA) instó a TEPCO a revisar inmediatamente todos los tanques --unos 350--, porque su estructura es idéntica, de modo que si ha habido filtraciones en uno es muy probable que haya habido en los demás.
VERTIDOS CONTINUOS
El pasado 8 de agosto, el Ministerio de Economía, Comercio e Industria de Japón reveló que diariamente se vierten al subsuelo 1.000 toneladas de agua desde la central nuclear, de las cuales unas 300 contienen sustancias altamente radiactivas que llegan al Pacífico.
Consciente de estas magnitudes, el primer ministro japonés, Shinzo Abe, ordenó al Ministerio que se implique directamente en la solución al problema de los vertidos radiactivos y no ha descartado la utilización de fondos públicos.
TEPCO, por su parte, inyectó un cóctel de agentes químicos para endurecer el subsuelo y crear un muro subterráneo alrededor de los reactores nucleares uno y dos e instaló una red de tuberías para extraer las toneladas de agua radiactiva acumuladas.
El pasado viernes, la compañía eléctrica comenzó a bombear el agua radiactiva desde el subsuelo hasta la superficie, a un ritmo de 60 toneladas diarias, para almacenarla en los tanques que ha construido alrededor de la central nuclear.
Sin embargo, los trabajos para la construcción de un muro subterráneo alrededor de los reactores tres y cuatro todavía están marcha, por lo que se calcula que diariamente siguen liberando unas 35 toneladas de agua radiactiva.
En la última semana, TEPCO ha informado de varias fugas de agua radiactiva --de hasta 300 toneladas diarias-- desde uno de los tanques del reactor cuatro y este miércoles ha alertado de que es muy probable que el vertido contaminante haya llegado al Pacífico.
ACCIDENTE NUCLEAR
Los problemas en Fukushima-1 se deben al terremoto y el tsunami que el 11 de marzo de 2011 arrasaron la costa de la prefectura japonesa, dando lugar al peor accidente nuclear de la historia, junto al de la central de Chernóbil, en Ucrania.
Fukushima-1 estaba preparada para un terremoto, ya que Japón se asienta sobre una falla, pero no para un tsunami, por lo que el azote del mar provocó varias explosiones de hidrógeno que hicieron que los núcleos de algunos de sus reactores se fundieran parcialmente.