El Gobierno turca asegura que sólo medio centenar de refugiados han regresado y sin ser coaccionados
ESTAMBUL, 28 Mar. (Reuters/EP) -
Cientos de refugiados sirios han sido llevados en autobuses desde el campamento de refugiados de Suleiman Shah, en Turquía, hacia la frontera de este país con Siria. Sin embargo, el Gobierno turco sostiene que son apenas medio centenar los refugiados que han regresado a su país, y por su propia voluntad.
"Aquí ha habido una gran operación de deportación. Se han desecho de un montón de gente. Han sacado a patadas a dos de mis chicos y a tres de los hijos de mi hermano. Vinieron a por mis chicos anoche y les dijeron que cogieran sus maletas", ha relatado en declaraciones telefónicas una de las residentes en el campamento identificada como Saher.
"Ya hoy han venido muchos guardias con escudos para recorrer el campamento y obligando a la gente a salir. Creo que unas 300 familias han salido hoy", ha asegurado.
Otra residente, Sausan, ha relatado que seis familiares suyos, todos hombres, fueron detenidos y sacados del campamento durante la jornada del jueves. "Había mucha gente llorando y diciendo que no tenían nada que ver con esto, pero los guardas fueron muy estrictos", ha explicado.
"Llevamos casi dos días sin agua ni electricidad y tal como está la situación me temo que las condiciones van a empeorar (...). No sé dónde están mis familiares. Todo lo que me han dicho es que les han enviado a la frontera, hacia Siria", ha añadido.
Estos testimonios coincidiría con la primera noticia difundida al respecto sobre la salida forzosa de unos 600 refugiados. La fuente era un funcionario turco del campamento de refugiados, que explicó que se identificó mediante las grabaciones de las cámaras de seguridad a los individuos implicados en los enfrentamientos del miércoles con la Policía militar turca. Una segunda fuente turca cifraba a los deportados en unos 400.
"Las deportaciones a Siria serían, de ocurrir, contrarias a los principios del Derecho Internacional. Esperamos que esto no ocurra", ha señalado la portavoz jefe del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Melissa Fleming.
PROTESTA POR LAS CONDICIONES DE VIDA
Los refugiados se manifestaron ayer en este campamento situado cerca de la localidad turca de Akcakale, a escasos kilómetros de la frontera con Siria, tras la muerte de un menor en un incendio que afectó a una de las tiendas de refugiados provocado por un fallo en el suministro eléctrico. Según los propios refugiados, hasta 16 menores de edad han muerto en este campamento por causas similares.
Un funcionario turco ha dado una segunda versión: sostiene que los disturbios comenzaron cuando se impidió la entrada en el campamento a unos 200 sirios, ya que el campamento está ya lleno, con unos 35.000 residentes.
Parte de los refugiados lanzaron piedras contra edificios oficiales, vehículos y agentes de la Policía militar turca, que respondió con gases lacrimógenos y cañones de agua. Decenas de sirios resultaron heridos en los enfrentamientos, según los propios refugiados, aunque las autoridades trucas lo niegan. Los disturbios duraron aproximadamente cuatro horas.
Desde que comenzó la revuelta en Siria contra el presidente Bashar al Assad más de 1,2 millones de sirios se han registrado como refugiados en los países vecinos y en otros países árabes. De ellos, 261.635 están registrados en las listas de ACNUR en Turquía, en un total de 17 campamentos de refugiados levantados cerca de la frontera entre ambos países.