El TPI rebaja a dos años la pena de cárcel de un yihadista maliense condenado por destruir mausoleos en Tombuctú

Archivo - Ahmad al Faqi al Mahdi, acusado de crímenes de guerra en Mali
Archivo - Ahmad al Faqi al Mahdi, acusado de crímenes de guerra en Mali - TPI - Archivo
Publicado: jueves, 25 noviembre 2021 22:20

MADRID, 25 Nov. (EUROPA PRESS) -

El Tribunal Penal Internacional (TPI) ha decidido este jueves rebajar de nueve a dos años la pena de prisión del yihadista maliense Ahmad al Faqi al Mahdi, después de que en 2016 fuera condenado por destruir patrimonio histórico en la ciudad de Tombuctú, por lo que habrá cumplido con su castigo el 18 de septiembre de 2022.

En su decisión, los magistrados del TPI han tenido en cuenta la cooperación de Al Mahdi con las autoridades desde que fue entregado al Tribunal en septiembre de 2015, así como sus perspectivas de reinserción en la sociedad.

Hace poco más de un mes Al Mahdi pidió perdón ante el Tribunal por sus acciones cuando era jefe de la fuerza policial del grupo yihadista Ansar Dine. "Me gustaría expresar mi remordimiento, mi tristeza y mis disculpas a la población de Tombuctú, a mis conciudadanos, a mi país, Malí, por los crímenes que cometí", dijo.

Durante aquella audiencia Al Mahdi aseguró que estaba "preparado" para volver a formar parte de la sociedad y solicitó su puesta en libertad. "Aprendí nuevos oficios. Adquirí nuevas experiencias durante mi detención. Esto ha mejorado mi forma de pensar", señaló.

Al Mahdi fue detenido en 2015 y condenado en 2016 por la destrucción de patrimonio histórico de Tombuctú entre junio y julio de 2012, periodo en el que la ciudad y otras partes del norte de Malí estuvieron en manos de Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) y Ansar Dine.

Entre los edificios más relevantes destruidos estaban la mezquita de Djingareyber, una de las tres madrasas de la universidad de Sankoré, construida alrededor del año 1327 con tierra y materiales orgánicos tales como fibras, paja y madera. Asimismo, el monumento de El Faruk fue totalmente destruido.

La ciudad, considerada como una de las capitales intelectuales y espirituales del Islam durante los siglos XV y XVI, está declarada en su totalidad como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Desde entonces, han sido reconstruidos catorce de los mausoleos dañados por los yihadistas.

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